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Un domingo en Roma

jueves, 15 de marzo de 2018
Un domingo en Roma Los viajeros del Romanticismo, que visitaron Italia, desaconsejaban venir en marzo por las lluvias. En mis muchos años de estancia en Roma he vivido febreros con lluvias torrenciales en días que por el huso horario anochece muy rápidamente y hoy, domingo de Pentecostes, en la Liturgia de la iglesia católica, la lluvia ha aparecido como también ha oficiado el Angelus el Papa Francisco en medio de unas medidas de seguridad acongojantes. Dos controles, uno manual y otro por rayos, largas colas, presencia de carabinieri y ejército y no demasiado público. Francisco no atrae a las masas...

El Santo Padre argentino sigue hablando únicamente en italiano, lo que para mí, que soy bilingüe no es un problema pero, que deja in albis a miles de fieles, a muchos polacos, otros tantos croatas, a los filipinos y a toda la gringada e incluso ni se molesta en mencionar a las peregrinaciones de fuera de Italia y menciona a los españoles en italiano. Confieso que me resulta incomprensible...

Su mensaje desde el balcón, del que era el apartamento pontificio, ha sido exclusivamente litúrgico. Unas pinceladas del Evangelio en que Dios nos ama tanto que nos ha enviado a su Hijo. Dentro de la Basílica de San Pedro, recomiendo a los peregrinos y turistas que asistan a la misa de las 13.00h en una de las capillas del templo. Un pequeño sacerdote peruano con el rostro inca dice una misa con gran unción y pronuncia unas homilías maravillosas. Estimo que Francisco, perdón por esta falta de respeto, Santidad, debería escucharlas.

Por la tarde Francisco visita la Comunidad de San Egidio, la ONU de Trastevere‎, el barrio artístico de Roma y condena el odio contra los emigrantes y habla de fraternidad. Su fuerte.

El 4 de marzo se celebraron elecciones en Italia, con unos resultados que han sorprendido a toda Europa. Triunfo rotundo para los populistas. Los inclasificables, antes grillini, ahora Movimiento 5 Estrellas prometen todo Un domingo en Romay a todos. Su líder, Luigi di Maio, tiene 31 años y no ha acabado ninguno de sus estudios. Como ha conseguido un 32% de los votos, arrasando en el Sur de Italia, dice que le toca gobernar y que no se puede prescindir de su partido, pues eso sería ir contra las reglas de la Democracia.

El otro líder inesperado es Matteo Salvini, el líder de la Liga, antes del Norte, y ahora a secas. Es compañero de viaje de la Sra. Le Pen y, como ella, xenófobo y racista. Ha conseguido un 17% de los votos, tres más que el renacido Berlusconi de Forza Italia, y a distancia de los ultras de Fratelli d'Italia de Georgia Meloni. Por lo tanto, el líder del centro derecha es él, y no el cavaliere, Berlusconi. Este bloque alcanza el 37%.

La izquierda está de luto. En Italia, en la época de Berlinguer y de Aldo Moro, uno de cada tres italianos era comunista. Las cosas han cambiado mucho desde 1991 en que se hundió el régimen bipartidista del Partido Comunista y Democracia Cristiana debido a tangentópoli, la corrupción generalizada. Se creó un Partido Democrático que aglutina a semejanza de Estados Unidos a todas las fracciones de izquierda. Han gobernado durante los últimos cinco años dirigidos por Matteo Renzi. La gestión no ha sido brillante, la insatisfacción reina por doquier en Italia y han sufrido una gran derrota que ha acarreado la dimisión de Renzi, tan solo un 22% en su conjunto.

Hago un inciso que puede aplicarse en todos los países con partidos populistas, como en nuestro caso, Podemos. La democracia no es un tocasana ni el bálsamo de Fierabrás. Es una metodología simplemente y no la solución de todos los problemas. Esto no se entiende, se achaca al sistema de división de poderes y elecciones, todos los males. Es absurdo...

La democracia será buena o mala según los políticos lo sean y las fuerzas sociales se comporten civicamente, sin romper la baraja, claro está. En Grecia, Syriza prometió todo y los pensionistas tuvieron que aceptar una quita del 30%. Hubo corralito y desplome de la moneda. Un desastre... Los países mediterraneos confian en los salvadores de la patria, es decir, en los caudillos dotados de una gran fuerza mental y de capacidad de liderazgo máxima.

En el caso italiano ¿cómo puede un chaval de 31 años con un pico de oro y sin educación liderar la séptima económia del mundo? Es absolutamente absurdo... Es creer en los milagros, una tomadura de pelo para mi. Es un cabreo colosal, pero estos líderes carismáticos nunca llaman a aumentar la producción, a trabajar más, ni a sacrificarse por el país. Reparten lisonjas a troche y moche para halagar al ciudadano de la calle, al que se confieren saberes mágicos, que no se entiende por qué deben tener siempre razón.

El presidente Mattarella, un político gris pero experimentado cuyo hermano mató la mafia siciliana, tiene que habérselas con este panorama tan difícil y tal vez opte por un gobierno de gestión formado por técnicos.

La gran paradoja es que los contrarios a la Unión Europea superan el 50%, ambos enemigos del euro, de la globalización y de los burócratas de Bruselas. Di Maio me ha parecido lenguaraz, todo un sacamuelas en la Feria de Ganado de Benavente, un saludo a la Sra. Angelita, y Salvini que hoy comentó en la Rai la jornada de fútbol. Un desenvuelto viajante de comercio a los que ahora llaman comerciales... Estos dos políticos no podrían entrar ni con cola en la República de filósofos de Platón.

Pobre Italia... que el Papa Francisco, amante de las periferias, les eche una mano pero ¡NO al cuello!

De la cuestión catalana no se habla. Tan solo en Repubblica una pequeña nota. En este país tan disparatado y tan bonito al tiempo, a Puigdemont o, Carlitos el Tramposo, se le considera personaje de la comedia del Arte. Un simpático orate.

Un domingo más de este marzo loco en que ha habido grandes nevadas, abundantes lluvias y preciosas nubes en estos cielos mágicos italianos. En el cielo y en la tierra ha reinado el desbarajuste y, ni Francisco, ni los mil y un chino que turistean por la Ciudad Eterna, pueden hacer algo para restablecer esa divina armonía, que es la señal de identidad de la belleza.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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