Según los que hablan y hablan sin decir nada, Galicia es la primera maravilla del mundo. Por supuesto. Tres ejemplos entre mil. La playa de Santa Cristina en A Coruña es una cloaca. Barreiros carece de saneamiento, agua y sentido común. Baiona es un retrete público en donde los turistas se bañan en su propia mierda.
Para reir.
Los gallegos somos así. Por estas tierras todo se reduce a fuegos artificiales, bombas de palenque y castillos en el aire.
Para llorar.
Otra joya: La Muralla romana de Lugo, Patrimonio de la Humanidad. Lugar de reunión para los cerdos del botellón y totalmente abandonada como se aprecia en la foto. Los de la UNESCO, o son ciegos o son imbéciles. Los de la Xunta son menos burros que un burro pero más que dos y los del Ayuntamiento de Lucus Augusti son unos ineptos y necios sin dignidad, decencia ni luces. Entre unos y otros están acabando con Galicia.
Para gritar.
Mil setecientos años de historia:
El muro de la vergüenza.