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Ideas para la libertad de pensamiento (IX)

viernes, 12 de enero de 2018
Todo el mundo habla y predica y dialoga sobre la libertad de conciencia-consciencia-pensamiento-expresión-publicación. Pero casi todo el mundo, si examina seria y profundamente, ese pensar y ese pensar en libertad. Cuándo se encuentra con un pensamiento, no digo acto o acción, más libre o diferente, todo el mundo o casi todo el mundo le cierra las puertas.

Todo el mundo, por lo general, se le llena la boca de alabanzas a la libertad de pensamiento, pero cuándo se encuentra con una persona, que piensa sobre algo de forma diferente, no digo que realice actos diferentes, sino solo hablar de forma diferente o pensar de forma diferente, se le cierran puertas, muchas puertas, muchas veces, se le pillan y destrozan los dedos de la mano. Se le silencia y se le margina en la existencia. Y esto ocurre, no solo en países-sociedades-culturas no democráticas, no libres, o medianamente libres, sino en países democráticos y sociedades-culturas democráticas y libres.

Quizás, le esté sucediendo a su vecino o vecina, incluso una persona que cumple con todas las leyes morales de su sociedad, con las leyes legales de su época, con las leyes espirituales. E incluso cumpliendo eso, o incluso cumpliendo más que la media. Incluso así, es rechazado el producto cultural de esa persona, incluso esa persona…

- No concibo la libertad de pensamiento que no busque la verdad y la bondad y la racionalidad y la prudencia. Es decir, la libertad de pensamiento va unida a esas realidades o entidades cognoscitivas. No sirve cualquier libertad… Porque si no va unida a la verdad-bondad-prudencia, no es libertad, es esclavitud…

- En cierto modo he fracasado, porque sin saltarme las leyes jurídicas y morales de mi sociedad y país y Estado y cultura, si he buscado nuevas formas de pensar y de datos y de concebir la realidad y de pensamiento y de búsqueda de nuevas soluciones.

En cierto modo he fracasado porque mi sociedad, en sus estratos culturales, ni educativos, ni sociales, aceptan nada o casi nada, de todo el producto cultural que he ofrecido o mostrado, que se ha concretizado en una obra, que he denominado-titulado Enciclopedia o Cuadernos o Pensamientos…

- Uno, puede y debe pensar que al creer una ideología, atarse a una ideología, sea la que sea, cree tener la verdad o el mayor grado de verdad y de bondad y de utilidad y de racionalidad, pero uno debe, debe al mismo tiempo plantearse constantemente si todos los puntos o conceptos de esa ideología es de verdad la más verdadera.

Debe cada sujeto, por qué ha creído en esa ideología y no en otra, porqué en esos puntos concretos o conceptos o prácticas concretas cree que son verdaderas, y por qué las contrarias no lo son.

Lo que uno cree, los conceptos e ideas y prácticas que uno cree que son verdaderas condicionan ostensiblemente, toda la existencia de un ser humano. Aunque en la práctica se salte dichas normas, en la teoría, al aceptarlas como verdaderas tinta toda su vida, su pensamiento y en gran parte su práctica, pero además también la de los demás. Por lo cual, uno tiene ante si mismo la obligación de analizar, en la medida que pueda, poco a poco, todas sus ideas y prácticas, y por consecuencia, su ideología o sus pensamientos o sus ideas y sus formas de actuar.

- Por lo general, una persona, cuando le llega una nueva interpretación sobre algo, digamos sobre un tema equis, lo acepta o lo niega según si está en consonancia y en armonía, con todas las creencias-ideas-conceptos-vivencias-intereses que tiene-dispone anteriormente.

Si concuerda o armoniza lo acepta, si se diferencia en algún matiz, pues quizás, se plantee, cambiar alguna idea anterior, que forma el sistema a priori de pensamiento o ideas o vivencias que tiene anteriormente, o no acepta el nuevo pensar o la nueva práctica.

De ahí, lo esencial que es, para un individuo o colectivo o ideología, analizar de forma correcta un nuevo concepto o una nueva práctica, y ver, armonice o congenie, con sus ideas anteriores y prácticas anteriores, si tiene realidad demostrativa suficiente o no lo tiene. Por lo cual, hay que analizar cada idea o práctica nueva o de nueva interpretación, en sí, con el saber ortodoxo de que disponemos hoy, que es en gran parte la ciencia, y en gran parte filosófico racional, y después que se haya analizado y contrastado esa idea o forma de actuar en si mismo, y con esos parámetros, habría que después analizarla a la luz del “sistema o subsistema teórico y práctico” que como individuo o comunidad o colectividad o sociedad o cultura dispone o cree o entiende o siente…

- Debemos ser conscientes que las ideas-conceptos-enunciados, afirmaciones o negaciones, que creemos son verdaderas y son bondadosas y son racionales, tanto a nivel teórico o a nivel de la práctica o teórico-práctico, no solo condicionarán, en bueno o en menos bueno, nuestra vida personal e individual, sino también el de nuestras familias, el de nuestros colectivos o sociedades o culturas. E incluso tendrán importancia, en mayor o menor grado sobre generaciones futuras. Porque las generaciones futuras, en muchos sentidos también heredan, entre otras herencias las ideas de las generaciones anteriores… Por lo cual, es esencial, que cada individuo, colectivo, sociedad, comunidad, región, comarca, vaya aceptando las ideas más verdaderas, rechazando las ideas-conceptos menos verdaderos, tanto a nivel teórico, como en la forma de actuar…
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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