Un zumo de nube le piden al Sr. Antonio, propietario de un bar, cerca de la Plaza de Olavide, el paraíso de los perros, en el corazón del barrio castizo de Chamberí. Quien pide este singular zumo de nube es Serafín el Pinturero, un mozarrón con voz metálica, que parece salido de una obra de Arniches, masajista rehabilitador con aficiones por las artes marciales. El Sr. Antonio trae un vaso de agua y todos se ríen, incluso el perro Thor un boxer, que su ama pasea con orgullo y que antes de ir a la Plaza acompaña a su simpática dueña, la Seña Engracia a tomarse un chocolate y compartir las porras con ella.
En la tele aparecen los miembros de La Manada y la condena es unánime. Uno de los parroquianos pide el garrote vil para los cinco sevillanos. Serafín detecta la mano negra del Estado por la presencia de un militar y de un guardia civil entre ellos y sentencia que el problema de España es no haber cortado la cabeza a ningún rey como han hecho los franceses y los ingleses.
Les pregunto por la familia de esta chica madrileña de 18 años. Silencio. A Serafín que se pone nervioso y brama "Si le sucede a una hija mía esos no llegan a juicio". Me atrevo a preguntar "Tu hubieras dejado ir a tu chica a una fiesta como Los Sanfermines, donde todos están borrachos y a qué pase toda la noche de juerga". Silencio.
La dama del perro opina que está chavala es mayor de edad y que puede hacer lo que quiera y vestirse, faltaba más, como le de la gana. Thor no opina, pero enseña los colmillos, como hacen los boxers cuando están airados.
El juicio ha sido insolitamente rápido, a un año de los sucesos de la violación en grupo de una moza de 18 años y ha desatado un morbo monumental repleto de detalles sórdidos y una condena unánime a los de La Manada y un intento de los abogados de los acusados de culpabilizar a la chica por su conducta posterior a los hechos. Repulsa general con las feministas manifestándose y coreando frases irrepetibles.
En este linchamiento sin remision falta tan sólo buscar árboles y traer cuerdas. Me asombra que no se mencione en ningún momento a la familia de la chica y no se describa el ambiente mágico de estas fiestas bárbaras, de comer, beber, cantar y bailar. Ni familia, ni ambiente.
La responsabilidad del quinteto es innegable, sin embargo la pena que solicita el fiscal de nada menos que 22 años es una exageración. Todo en este morboso asunto se ha salido de madre, como si alguna trama oculta, ahora que están de moda las tramas rusas, hubiera deliberadamente urdido un plan para echar carnaza a la fiera.
Tarea difícil para los tres jueces. Dictar y motivar sentencia en un caso prejuzgado es tarea que parece imposible. El pueblo soberano pide sangre y castigo ejemplar.
Como buen asturiano soy un provocador nato les planteo a los del bar, si creen que en Portugal, Marruecos o Irán, los rivales de La Roja en el mundial de Rusia, hubiera sido posible el clima,la fiesta, una moza sola a altas horas de la madrugada y un atajos de borrachos sueltos.
Se me atraganta una porra y Serafín vuelve a pedir al Sr. Antonio otro zumo de nube. Me bebo el vaso de agua y me voy. Hace frío. Luce un sol velazqueño. Las familias han desaparecido.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com
