Decadencia de PManuel Iglesias

Pablo Manuel Iglesias Turrión está perdiendo parroquia. O Podemos cambia de líder o termina en grupúsculos echando cartas de tarot, haciendo meditación y yoga o dando conciertos-mitin de flauta por las calles, como cuando empezó el 15M.

Hace una semana PManuel anunció una gigantesca protesta contra Mariano Rajoy en la Puerta del Sol de Madrid y sólo le aparecieron entre 350 y 400 personas.

Este domingo organizó una Cumbre de Podemos en un polideportivo de Zaragoza para apoyar a los separatistas catalanes, y pese a que las estrellas eran él mismo y Ada Colau, no le acudieron ni 150 ultraizquierdistas e independentistas.

Las gradas estaban vacías, y en la pista solamente unas doce filas de sillas delanteras ocupadas, con todas las traseras vacías; bueno, no, había un periodista sentado allí.

Alrededor del polideportivo aparecieron centenares de personas con banderas españolas constitucionales –el cronista no vio ninguna preconstitucional—que gritaban ¡España, España!, tarareaban el himno nacional, bailaban jotas, cantaban “¡Que viva España!, y también el fandango con el que un guardia civil respondió en Barcelona a un “escrache” de los independentistas a su cuartel.

También gritos antiPodemos. Pero ninguna violencia. Sólo alguien que le tiró una botella de agua a la presidenta de las Cortes de Aragón, la podemita Violeta Barba, que aunque no la dañó resultó un borrón en una manifestación festiva, nada violenta.

Podemos pidió refuerzos policiales, que dijo no recibir, pero a las 15,00, hora prevista de clausura, casi no quedaban manifestantes.

Prensa, radio y TV, en general, calificaron a los constitucionalistas de nazis y ultraderechistas. Quizás hubiera alguno, paro la mayoría sólo exaltaba la democracia.

Lo que ocurre es que el periodismo supuestamente progresista-antifascista no acepta que empieza a haber españoles comunes manifestándose a favor de su país.