El gran protagonismo que tiene la Guardia Civil, en estos días hace que sea necesario refrescarnos la memoria sobre este Instituto Armado español de naturaleza militar, dependiente del Ministerio del Interior y del de Defensa y que según el artículo 104 de nuestra Constitución tiene la misión primordial de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y garantizar
la seguridad ciudadana, bajo la dependencia del Gobierno de la Nación la fundó Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada, el 13 de mayo de 1844.
Sus Directores Generales han sido militares hasta Luis Roldán de infeliz memoria y desde 1996 al 2004 estuvo al frente Santiago López Valdivieso que tuvo la feliz iniciativa de convocar a los representantes de Derechos Humanos de diversas organizaciones entre las que estuvo Paz y Cooperación que había participado en una entrevista de todo este grupo en el Palacio Real con el Rey Juan Carlos quién con su simpatía habitual, repartió abrazos por doquier.
Valdivieso nos citó en la Sede Central de Guzmán El Bueno, que fue atacada en dos ocasiones por la ETA y resultó un encuentro muy cordial. Se nos repartieron los Estatutos, la famosa Cartilla y documentos con datos estadísticos y se nos propuso hacer sugerencias y hubo un turno de preguntas que variaron desde las condiciones deficientes algunas de las Casas Cuarteles hasta las relaciones de los tricornios con los gitanos, que con tanto donaire ha cantado Federico García Lorca. Estuvieron presentes José Antonio Gimbernat, de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDH), Francisco Alonso con su Liga DDHH, Carmelo García de IEPALA quien se opuso a que se filmara el encuentro y se difundiera una foto a los medios de comunicación. A mí personalmente no me pareció bien, quizá porque habiendo viajado mucho tengo una visión de la Guardia Civil, como nuestros protectores en uniforme, algo así, como los bobbys ingleses. Hubo otra reunión más y después con el cese de Valdivieso, ya no se volvió a repetir.
Es importante resaltar para quienes ven en las fuerzas del orden un elemento represor que en los Estados Unidos, la Guardia Nacional, que podría compararse con nuestra Guardia Civil, ha tenido que intervenir en diferentes ocasiones para defender las libertades civiles y no para reprimirlas, echese un vistazo a las presidencias de Kennedy y de Johnson.
En España, donde por cierto la Guardia Civil fue en su gran mayoría, leal a la República, la falta de confrontaciones civiles tipo Estados Unidos ha hecho que se haya producido una cierta elefantiasis ya que participan prácticamente en todo, desde el tráfico al medio ambiente, al rescate de víctimas y conducciones de presos, desde las montañas a los buceadores. Son por lo tanto, los verdaderos amigos del pueblo y de nuestras libertades con un espíritu muy espartano y con unas remuneraciones muy bajas. Por ello se tiene bien ganada la denominación de la Benemérita.
Ahora tienen la patata caliente, muy caliente, de ser la policía judicial y de garantizar el orden público el primero de octubre que algunos quieren convertir en la revolución de octubre de 1934, en Asturias, e incluso en la de 1917 en Rusia. En varias localidades del sur de España en su salida hacia Cataluña, han sido vitoreados por los vecinos de estas localidades. No se tomen estas líneas como exaltación del militarismo, sino de la imperiosa necesidad de restablecer el imperio de la Ley.
No se olvide tampoco que nuestra reciente Democracia es muy joven, que el poder judicial tiene sus tentáculos y que fiscal y sus jueces no son unos cantamañanas sino son genuinos representantes de la Nación Española que define el artículo II de nuestra Constitución. Claro es que ni en Polonia, ni en Hungría ni mucho menos en Cataluña, les gusta que el Poder Judicial sea independiente y debe serlo en la mayor medida posible eliminando las connivencias políticas. Jueces y Fiscales aplican el Código Penal, son cosas que sabe todo el mundo pero que los intolerantes y los fanáticos quieren ignorar. Es una papeleta, desde luego, muy difícil dada la tibieza de los Mossos d´escuadra que tratarán de mirar, lo más posible, a otro lado. No hay pues, intervención militar en Cataluña, sino restablecimiento de la Ley a demanda de los Tribunales.
Recordemos, por último, los atentados a las Casas Cuartel de la Guardia Civil que han sido tradicionalmente objetivos de la banda terrorista ETA que ha atentado contra ellas en 89 ocasiones, causando 33 muertos. Los atentados más graves fueron el de la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987 y el de la Casa Cuartel de Vich en 1991 que causaron 11 y 10 muertos respectivamente. El lema de la Guardia Civil es el Honor es mi principal divisa y aclaran que el Honor es la cualidad moral que lleva al más exacto de los deberes, por lo tanto, merecen admiración y por lo menos respeto por parte de sus detractores.
A un político, Antonio Maura, se le atribuye la frase que hago mía y transmito a mis amables lectores ¿qué sería de España 24 horas sin la Guardia Civil?.
