Héroes de la solidaridad

Morir en la India ayudando a la Fundación Vicente Ferrer ha sido la suerte que han corrido cuatro cooperantes de Ronda, que apoyaban la estupenda obra que realiza esta benemérita Fundación en una zona rural de este país continental. Dedicar los mejores esfuerzos por una causa tan noble como es la promoción humana, lejos de ribetes nacionalistas o de ideologías políticas, es lo que hacían estos cooperantes, que merecen ser laureados como héroes de la humanidad. Llevar la ilusión a los niños, aliviar la pobreza de la población rural, brindar instrumentos de educación y rudimentos de sanidad es escribir en el libro abierto de la paz. El destino fue cruel con ellos, como una ruleta ciega, que no conoce ni buenos ni malos, simplemente a quien toca toca. Estos héroes no están solos forman parte de la gran familia de la solidaridad. Al personal sanitario que previene y cura sin mirar a banderas, ni intereses. A los que prestan auxilio en las catástrofes naturales. A quienes rescatan a los emigrantes naufragos.‎ En un mundo a la fuerza muy materialista y egocéntrico es admirable que haya miles de personas que se sacrifican de forma altruista por los demás. He visto los rostros ilusionados de quienes reciben el abrazo en forma de ayuda en Mauritania, en Colombia, en México y Perú y puedo testimoniar cual es el rostro de la esperanza. Por esta razón toda nuestra familia de la solidaridad estamos de luto y enviamos un gran abrazo a los parientes de los fallecidos y confiamos en la mejora de los heridos. Frente a los violentos, que destruyen y practican sistemáticamente el odio y el enfrentamiento emergen estos cooperantes de Ronda y muchos otros que predican el amor al prójimo y lo practican. Seres admirables, que siguen las huellas de la madre Teresa y son protagonistas con humildad y ansias de aprender de la cultura de paz. Artifices anónimos de esa otra humanidad fraterna, que ilumina lo mejor de todos los héroes de la solidaridad. "When the Saints go marching in, I want to be in their number". Este himno Gospel que invoca el deseo de participar en el desfile de los santos es el que define a todos estos cooperantes, que sin quererlo han entrado en la gloria eterna y se convierten en un ejemplo para la juventud de todos los países como héroes de la solidaridad.