Un año más San Vicente ha obrado su milagro de la mano de Lugo Monumental y la plaza del Campo se ha podido llenar de gente que vivió la noche del sábado y la sesión vermú del domingo la experiencia de
tomar vino salido de los tres caños de la fuente que preside uno de los rincones más hermosos y característicos de Lugo.
Sorteos, caminatas, compras en comercios
este año ha habido actividades accesorias al acto central, el del milagro, que han hecho que al coincidir en fin de semana la cosa se pudiera estirar un poco más para regocijo de lucenses y visitantes.
Este año colaboró con San Vicente el bodeguero Miguel Ángel Garrido Raña, que hizo brotar unos 500 litros de vino Mencía de la Ribeira Sacra de su marca Palacio de Diomondi. Muy rico por cierto, fresquito y en su punto para beber y aunque se lo tomen a pitorreo está mejor saliendo del caño de la fuente que de la botella, quizá porque se oxigena y respira un rato, pero por lo que sea estaba buenísimo.
En cuanto a la experiencia de repartir el vino, un año más ha sido gratificante. Ya empezamos a tener habituales que vienen a disfrutar de la fiesta, como una señora que se trae un par de garrafas a medio esconder en una bolsa y que pide vaso tras vaso para con escaso disimulo echar el vino en las botellas tras una columna y volver a por más. Francamente si se lo bebiera en el momento tenderíamos a no darle tantos vasos, pero qué quieren que les diga, cada uno sabe las suyas y a saber las necesidades de cada cual. Además siempre me ha costado resistirme a la voluntad de una señora de edad avanzada.
Los turistas son los que más abren los ojos cuando ven que la fuente echa vino. El primer año que recuperamos el milagro uno me preguntó dónde había que pagar el vino, y cuando le dije que era gratis se rió y me aclaró: soy catalán, así que ya le digo, el milagro no es que la fuente eche vino, ¡es que sea gratis!. Sentido del humor sano, riéndose de los clichés de su tierra, eso es bueno.
Este año contamos con una novedad importante, tuvimos pregonera. Teté Álvarez, más conocida como la de la tienda de las velas de la calle de la Cruz, que nació y vivió toda su vida en el entorno de la plaza del Campo nos hizo una divertida introducción a la fiesta y, aunque estaba emocionada y nerviosa, consiguió que todos nos riésemos y aprendiéramos cosas nuevas sobre la historia de nuestro casco histórico.
Y por supuesto qué decir de nuestra presentadora, Toñi, que con su habitual desparpajo salió del paso de las cosas del directo como ella misma dijo, y superó ampliamente la prueba de hacer de maestra de ceremonias en un acto sencillo pero cada vez con más público.
Lugo comienza el calendario festivo de Galicia con el Arde Lucus y lo cierra con San Froilán. Quizá con un poco de colaboración de todos consigamos que el milagro de San Vicente se convierta en la fiesta del verano. Vaya usted a saber.
