Actualizar los clásicos

‎Ante las importantes jornadas de orgullo mundial que se celebrarán entre el 23 de junio a 3 de julio en Madrid es necesario compartir la alegría de nuestros hoteleros, restauradores y comerciantes y el regocijo máximo de nuestro querido Ayuntamiento por ver plasmados en las calles céntricas los sublimes ideales de una nueva humanidad que encabeza la gentil alcaldesa y sus okupas. Guerra al oscurantismo y a las familias patriarcales cunas del machismo y las mujeres sumisas. Para conseguir estos nobles ideales habría que actualizar también nuestros clásicos eliminando tanto machirulo, en genial formulación de Irene la nueva Evita hispánica. Empecemos por Don Juan Tenorio de Zorrilla, que exige un peinado radical. Don Juan y Don Luis en vez de enfangarse en estadísticas vergonzosas de mujeres burladas vivirían un romance y se irían juntos a las islas griegas. Doña Elvira no podría resistir los encantos de la ingenua novicia Doña Inés y la seduciria con un Doña Inés del alma mía adaptado a las circunstancias y ambas huirian a Ibiza a degustar las mieles del amor. Naturalmente el Comendador seria una Comisionada para la Igualdad, tal vez repescada de la etapa de Zapatero y se llevaría a Don Juan y a Don Luis cogiditos de la mano, en tierno abrazo, al fuego eterno. Brígida sería un trans deseoso de ser valorado como Brígido. El alcalde de Zalamea también se vería adaptado a estos nuevos y preclaros tiempos de triunfo de las luces y se transformaría en Alcaldesa. El inaceptable y ultra reaccionario Calderón de la Barca con su estúpido honor seria reemplazado por una puesta al día de El Jardín de las Delicias del Bosco y ya que el Museo del Prado contribuye con una exposición que glosa el amor diferente podrían participar en una comisión que se dedicará a esta estupenda tarea y desde luego prohibiendo a pintores retrógrados como Murillo, el sevillano, que ahora defilaria en una comparsa del carnaval de Cádiz. Queridos lectores que engañados hemos vivido creyendo que el matrimonio era cosa de un hombre y una mujer. Craso error. Salgamos de las tinieblas y en Galicia concretamente convirtamos al Marqués de Bradomin en Marqués de Chueca y a las meigas en simpáticos duendecillos panicos bisex. Cuantas cosas por hacer y que decir del oso de Favila es todo un reto. Una tarea ingente. Dos mil años hemos vivido equivocados amigos es hora de abrir los ojos y con aire compungido abrazar la nueva religión del ecologismo y la nueva visión del mundo y de la sociedad que ya nos transmiten los nuevos semáforos anti homofobos en que parejas del mismo sexo enlazan las manos. En la Revolución Francesa en la época tan agradable y vistosa del Terror en que rodaban cabezas se entronizo a la Diosa Razón y se tributaba culto al ser Supremo. Me imagino quye nuestros magníficos ayuntamientos del cambio estudiarán nuevas ceremonias, que hagan palidecer a los bautizos y comuniones laicas de Móstoles y sirvan de edificación para muchos de nosotros que aun seguimos creyendo en grandes estupideces como la familia tradicional, en la maldad de las suegras y la perversidad de los cuñados. El humor de Arniches hay que prohibirlo y encarcelar con grilletes al Sr. Hernando por su burla a Irene y Pablo, a quienes acusa de tener una relación de pareja en la que el macho alfa necesita el reconocimiento de la hembra y además flota un hediondo tufillo de nepotismo. Va de retro! No quiero seguir en las daptaciones que requiren los nuevos tiempos y lo hago por el amor que profeso a mi Santina de Covadonga y el respeto al Sr. Santiago. Bastenos concluir que nuestra buena alcaldesa Carmena compara las fiestas del orgullo con las de San Isidro, que tan solo se remonta a ochos siglos. También Adolfo Hitler fundó un Tercer Reich que iba a durar mil años. Pido a Don Xulio tan conocedor de la literatura gallega que participe en esta readaptación y revisión de los textos literarios que podrían confundir a los escolares. En Portugal ya están revisando a Camoens, Eça de Queiroz y Pessoa. Ese es el camino combatir la ignorancia y prepararse para un nuevo milenio de seres nuevos.