Macron y Nadal

La actualidad política y deportiva se centró el domingo en Paris, la ville lumière. Emmanuelle Macron con su carita de chico que no ha roto un plato en su vida y que recuerda a Jean Sorel del rojo y negro de Stendhal siempre acompañado por Brigitte obtuvo una victoria aplastante en las elecciones legislativas para la Asamblea Nacional. Es cierto que uno de cada dos franceses no votó con un record de abstención superior al 52%. Su victoria recuerda la del primer Berlusconi en Italia cuando lanzó su partido Forza Italia que era el grito de guerra de los deportistas italianos. Naturalmente son dos personalidades distintas pero reflejan una situación social muy parecida en la Italia que renegaba de la corrupción y de la vieja política. En Francia ha ocurrido lo mismo, los viejos partidos han salido derrotados y muchos franceses ven en Macron un salvador, un político nuevo. Francia es un país muy imaginativo en política. En dos siglos después de la gran revolución han tenido dos reyes, dos imperadores y cinco republicas. Macron restaura la grandeur de de Gaulle y Mitterand dando brillo a la quinta republica. En Italia las cosas fueron distintas. Berlusconi durante sus 20 anos no consiguió remontar el pesimismo sobre la situación económica que angustiaba a los italianos. Es un personaje totalmente distinto al presidente francés. Es un Don Juan de opera cómica y con grandes escándalos de corrupción en toda su corte de faraón, una Comedia del arte en que interpretaba todos los personajes. Fue la diversión de Europa. Macron, en cambio, es un personaje romántico con una historia que gusta mucho a las mujeres de más de 40 anos y tiene un gran bagaje intelectual. Y si además añadimos que le llamaban el Mozart de la finanzas, tenemos el perfecto tecnócrata que un buen día se descubrió político. De Napoleón III se dice que un buen día se acostó presidente y se levanto imperador. De Macron puede decir lo mismo: de perfecto tecnócrata se ha convertido en un presidente kenediano, de nueva frontera. Si consigue, como parece, la mayoría de 400 diputados la oposición va a estar en la calle. Pues los sindicatos y el inefable Mélanchon están ya en contra de su reforma neoliberal de liberalización del trabajo. Por su parte, ya que hoy amigos lectores estamos hablando de triunfadores tengo que hablar con orgullo de nuestro compatriota Nadal que es un ejemplo de hijo, de sobrino, de novio y de buenas costumbres. Durante los últimos juegos olímpicos Rafael se alojó con los demás deportistas en la vida olímpica. Y es un hombre honesto, accesible, simpático. Además es un patriota cosa que en España no abunda. Después de su apabullante victoria contra el suizo polaco, Wawrinka, lo primero que hizo fue ir a saludar a Don Juan Carlos, el rey emérito que estaba muy emocionado y que en esta ultima etapa de su vida tiene muchos problemas de salud y esta muy abotargado. Esa misma mañana Pep Guardiola el famoso entrenador leyó un manifiesto en Barcelona pidiendo un referéndum y la independencia de Cataluña. Dos deportistas opuestos. Otro aspecto interesante de Rafael es que atribuye su triunfo al trabajo constante y al merito. Para poner una nota triste, el héroe del patinete Ignacio Echeverria recibió un homenaje de sus vecinos y su entierro constituyo un gran expresión de duelo. Morir salvando vidas es el privilegio de los héroes. Estos son los personajes míticos, las leyendas de la política, del deporte y del sacrificio.