Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Fútbol y terror

martes, 06 de junio de 2017
Ftbol y terror ‎El sábado tres de junio en Inglaterra el soccer, la modalidad de fútbol, que se practica en gran parte del planeta, estaba en su apogeo cuando tres terroristas en una furgoneta arrollaban a la gente en Londres en el Puente de la notoria Torre de Londres y luego en los escenarios en que Jack el Destripador paso tristemente a la historia sacaban cuchillos y acometian a los que se encontraban a mano. En pleno segundo tiempo del hundimiento juventino en vez de estar pendientes del televisor tres desalmados practicaban otro tipo de deporte, incluso con ribetes carnavalescos, cinturones falsos de explosivos, en el que se emula a los corredores de las 500 millas de Indianápolis. Los que seguíamos la subida a los cielos de Ronaldo en Antena 3, vimos de repente con asombro como el rostro de Matías Prats II se tornaba sombrío e interrumpía la epopeya, para los detractores del fútbol monserga, de la gloria merengue y la alegría incontenible de sus enloquecidos aficionados, desde la alcaldesa Carmena a la experta en Cafeterías Cristina Cifuentes y a las viejas glorias Don Juan Carlos, tan simpático como renqueante y de Plácido Domingo indispensable en estas efemérides, no olvidemos tampoco a Rajoy tan experto en deporte, que pronóstico una victoria de dos a cero. Esto ocurría en Cardiff y la Cibeles se convertía en una concentración de hinchas.En Londres tres iluminados querían humillar al mundo quitando vidas y sembrando terror, como plato fuerte para unas elecciones el día once en que Theresa May quiere reforzar con su victoria el Brexit. Los populistas se hinchan la boca con la gente y la democracia directa para imponer su dictadura de odio y de revancha. Los aficionados al fútbol recalcitrantes son como los toreros que no saben dar más que un pase, sus horizontes no van más allá del balon y de ganar como sea. Ambos populistas e hinchas pertenecen a la misma familia del nacionalismo, pero los del fútbol sufren una enajenación momentánea, de fin de semana, los demagogos en cambio lo son los siete días de la semana y todo el año. El terror, que también ellos practican con más o menos guante blanco, es el pretexto perfecto para cargar contra los emigrantes o los ricos, la amenaza exterior o la desigualdad interior. Confieso que viendo la tele me emocione con los goles del Madrid y la deportividad de los italianos a la hora de la derrota, me remonte a unos Juegos Olimpicos imaginarios entre pueblos hermanos y me ensombreci con los estúpidos y criminales atentados de unos descerebrados en Londres. Exaltar el virtuosismo viril de unos atletas de medio mundo es hacer un canto a la habilidad y a la destreza de unos deportistas unidos con sus camisetas, bufandas y banderas con una ciudades y unos países. Los terrorista se reclaman al sangriento negro de Semanas Santas de horror con sus banderas negras y su negación de la vida. Entre fútbol y terror elijo el balompié como diversión universal.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES