Es cosa de hombres

‎Leo en El País que el próximo primer ministro de Irlanda será probablemente Leo Varadkar abiertamente homosexual, un político joven de la generación de Macron y Renzi. Quien visite Irlanda, cuyo paisaje recuerda mucho a Galicia y Asturias, quedara asombrado por el número de iglesias, de curas, frailes y monjas de este pequeño país, con tanta influencia por la gran emigración en los Estados Unidos. La iglesia católica ha defendido con uñas y dientes el celibato eclesiástico y tal vez su mensaje ha calado en toda la simpática población irlandesa, extendiéndola también a la política. No se trataba de demonizar a las mujeres, ni mandarlas a la hoguera como en la Edad Media, en que todas mis becarias Erasmus al ser tan listas y reivindicativas hubieran perecido en la hoguera y algunas a fuego muy lento, sino de reafirmar que el hombre, el varón debe dedicarse a su tarea sin distracciones, ni engorros, solo a la religión y ahora a la politica. Se privaba así un enriquecimiento cerebral de todos los hombres de Dios consagrados a la Divinidad. Creo que si esta tendencia se propaga en España los consejeros aulicos de Rajoy como Arriola o del Divino Pedro como Avalos deberían aconsejar al prudente y al renacido iniciar rápidamente sus divorcios, para liberarse y poder dedicarse a la política a tiempo completo. Irlanda ha dado grandes pasos adelante en materia tecnológica y es en nuestros días un país de vanguardia. Por lo tanto es un ejemplo a seguir, que además eliminaría de raíz el lastre del machismo, suprimiendo los peligros de acoso y abuso y facilitando ese fabuloso "empoderamiento" al que aspiran todas las damas, damitas y damiselas del globo. Otro país vanguardista la China no las hace participar de su Presidium, todo compuesto de hombres todos vestidos igual. En Madrid Carmena una adelantada, una preclara adalid de los nuevos tiempos exalta este tipo de homogenizacion forzosa y gozosa. Irlanda muestra el camino a seguir en la senda política, mientras los canónigos continúen recalcitrantes en su soltería y conserven sus reductos y conductos sin mancha femenina, es lógico que por esta regla de tres su postura se imite. Tal vez quienes estemos desviados en nuestro amor y devoción por las mujeres estemos equivocados y seamos una rémora para nuestros países, regiones y ciudades. Este asunto se banaliza con los Festivales Gays y arriesga convertirse en un Carnaval. No caigamos en la provocación. Las inclinaciones sexuales no son del caso y cada cual hace de su capa un sayo, lo que está en juego en momentos de tantos políticos corruptos y nepotistas es estudiar serenamente si nuestros simpáticos sacerdotes tenían razón y su ejemplo debe seguirse, todos a uno y dejar a los nuevos esclavos, los emigrantes, la ingrata tarea de la reproducción de la especie. Con Unamuno podemos decir "Qué procreen ellos" y es una verdadera lástima que el padre de Donald Trump no se hubiera reconvertido a tiempo privandonos de su vastago. Lo dicho todos curas y políticos irlandeses.