Yo, mundialista

Marine Le Pen divide a los franceses entre patriotas y mundialistas. Un 34,7 de votantes, once millones, están de acuerdo con ella. Un 65,3 se declararon mundialistas y eligieron a Macron, el Presidente más joven entre los 25, que sucedieron a Napoleón que tenía 35 años cuando se coronó emperador. Un imperio, dos monarquías y cinco repúblicas han sido las formas de gobierno desde el corso. Mientras tanto España ha tenido dos monarquías, dos dictaduras militares y dos repúblicas. Volviendo a Francia el siete de mayo se jugaba el futuro de la Unión Europeo, cuyo eje central lo constituyen Francia y Alemania. Afortunadamente ganó el candidato europeísta, con su movimiento 'En Marche' y su centrismo socio liberal, con su programa reformista de los cien días para refundar Francia y Europa. El mundialismo esta también de enhorabuena, un mundo en rápida evolución debido a la fabulosa evolución tecnológica, que destruye las fronteras y nos hace a todos ciudadanos del mundo, pero plantea nuevos retos, como la creciente desigualdad y una emigración masiva de los países con conflictos o bajo nivel de desarrollo. Los mundialistas aspiran a la felicidad y desean encontrarla en el ancho mundo. Una verdadera revolución que choca con los muros de los conservadores, que defienden sus privilegios y se niegan a compartir su bienestar y rechazan forjar un futuro solidario. Los salvadores del mundo en el siglo XX fascismos y comunismos no aceptan los derechos humanos y la democracia y se refugian en el proteccionismo y en autoritarismos obsoletos. Patriotas y Mundialistas en la formulación del Frente Nacional francés. En España los nostálgicos de la revolución de octubre y los indepentistas son nuestros patriotas y nuestros Mundialistas son con todos los reparos de la corrupción los partidos constitucionalistas y los españoles que somos partidarios de una tercera España abierta al mundo y más justa y solidaria. Ante este desafío Francia ha inventado con mucha imaginación a un Presidente sin partido, que se declara de centro e invita a todo un país a refundarse. Todo ello sin proponer una dictadura o una carismática Quinta República como hizo el general De Gaulle con su grandeur. Con su gran preparación, su cara de niño bueno y de primero de la clase. Con a sus espaldas un éxito financiero, que en el país de la retórica le llevó a ser denominado el Mozart de las finanzas y una relación sentimental muy romántica, tiene experiencia administrativa al haber sido ministro, una gran formación y una extraordinaria creatividad que le ha llevado a crear el movimiente En Marcha. El día nueve de mayo es el día de Europa y es la jornada de todos los que nos consideramos ciudadanos del mundo y renegamos de todas las tiranías. Yo, mundialista.