La generosidad de Rajoy con el PNV tiene una doble explicación, por una parte sirve para apoyar los presupuestos y por otra, para frenar una posible Moción de Censura.
En España tenemos dos grandes estrategas de la política, el hombre impasible de Pontevedra y el peronista de Vallecas y un gran oportunista el divino Pedro que se debate entre el sueño de la Moncloa y la tristeza de la lista del paro.
La rebaja del cupo, la devolución de mil cuatrocientos millones, se presentan como un salvavidas para el Partido Popular. Rajoy tiene otra carta más para forjar un pacto con el PNV, esta carta oculta es la transparencia de prisiones y el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, además de una estabilidad económica que para el Partido Nacionalista Vasco es muy importante. De esta forma, 175 diputados rechazarían la Moción de Censura.
La presentación de avales del partido socialista refuerza el fuerte auge de Pedro Sánchez que puede ser el ganador el día 21 y al que Iglesias, que ha convocado una manifestación en vísperas en la tarde del día 20, en vísperas de estas primarias, ofrecerá ser el candidato a la Presidencia, en un momento en que la fontanera prodigiosa y todos sus cuadros estarán muy deprimidos y apabullados. Este escenario, se basa en la suposición de la victoria de Sánchez. Conseguido el apoyo del PNV se llegaría al mismo empate a 175, con el que en las Cortes se han desestimado las enmiendas a la totalidad del presupuesto. Por esta razón el Sr. Rajoy ha sido tan generoso.
Capítulo aparte, merece la situación de Ciudadanos que aunque rechazan la corrupción que inunda al PP y su líder Rivera, siente una profunda animadversión contra el líder del PP, sin embargo, teme que Sánchez e Iglesias acepten el referéndum catalán como zanahoria para conseguir el apoyo de los independentistas. El regalo entre comillas, no ha gustado a alguno de los barones del Partido Popular, entre ellos a Feijóo, líder gallego, pero por lealtad al partido, no pasarán de quejarse por aquello que vulgarmente se dice, quien no llora no mama.
El resultado de Macron en Francia, dará alas a los partidos constitucionalistas PP y Ciudadanos y tratará de sacar del limbo en el que se encuentra, al partido socialista. Estamos presenciando una de las últimas sacudidas del populismo en Europa. La última puede ser, el fuerte apoyo popular que tiene el movimiento Cinco Estrellas en Italia.
Las grandes emociones como los grandes amores, no duran mucho y estoy convencido que al igual que ocurrió con el movimiento de la contestación de 1968, los indignados tienen un tiempo de caducidad, son como los yogures que hay que consumirlos respetando la fecha de caducidad. Esto lo intuyen Iglesias, Errejón, Monedero y todos estos simpáticos universitarios metidos a aprendices de brujo.
Se abusa mucho del ahora o nunca, pero eso nunca pueden ser otros diez o veinte años en que vuelva la ola de la indignación, por eso se agarran como un clavo ardiendo, ya que a la ocasión la pintan calva.
