El Consejo de Ancianos
La reinvindicación de la ancianidad (término más humano y menos científico que el de "tercera edad"), se hace cada vez más patente en un mundo que no se da cuenta del papel trascendental que cumplen las personas mayores en la buena marcha del sistema social. La discriminación de los mayores es un indeseable fenómeno que deber ser erradicado de una sociedad abierta y solidaria como la que se construye día a día en Galicia. Con esta vocación nació el Consejo de Ancianos.
Desde 1993, se viene celebrando en las parroquias de Xestoso-Cambás una jornada anual dedicada a los mayores, bajo el lema de "Saber envejecer", pretendiendo que asumieran las limitaciones que conlleva su edad y supieran apreciar las ventajas que ofrece. En los últimos años, esta iniciativa servía al mismo tiempo para reflexionar sobre la escasa utilización, por parte de la sociedad, de un bagaje intelectual inmenso, y la experiencia de un colectivo que tiene deseos de seguir participando activamente en la sociedad por derecho propio y con funciones concretas. De esta manera, en el transcurso de la edición de 2000, celebradas el 19 de marzo bajo el lema "Vejez: reto para el 2000", se gestó la idea de crear este órgano.
En el acta fundacional de la entidad, en la que figuran las firmas de los veinte ancianos, se informa de que el Consejo se constituye en la parroquia de Alto de Xestoso, y nace con la intención de asesorar y aconsejar a instituciones públicas y privadas, de ámbito parroquial, local o comarcal. Asimismo, se explica que la entidad tratará de contribuir al desarrollo integral de las personas, en especial ancianas y que para alcanzar este objetivo, el Consejo programará y llevará a cabo actividades, entre las que se incluyen: sesiones de trabajo, clases, cursos de divulgación, proyecciones, concursos y actos de carácter análogo.
Desde su creación en marzo de 2000, el Consejo de Ancianos ya ha desarrollado diversas actividades.
XVII Aniversario del Consejo de Ancianos. Día 19 de marzo.
Día especial en Xestoso-Cambás (Monfero y Aranga), dedicado a nuestros mayores. Un 19 de marzo de 1993, comenzó en Xestoso la jornada "Saber Envejecer", con distintos lemas cada año. Se pedía a nuestros mayores que aceptaran su vejez y que se educaran para asumirla y dar testimonio de ello a las jóvenes generaciones. Las Jornadas comenzaron con críticas por parte de cierta jerarquía religiosa, ya que se les impone el óleo(la Unción), cuando este sector es de la opinión de que debe imponerse únicamente en situaciones de enfermedad grave o a personas moribundas. Se empezó a ungir con óleo a todos los mayores de 65 años, intentando transmitir que el símbolo del óleo es un paralelismo con un atleta que está llegando a la meta después de darlo todo. Hay que saber llegar al final asumiendo el esfuerzo, el cansancio con la satisfación de saber que se ha dado todo lo que de sí que se podía.
Este año se celebra en el Val de Xestoso, con el lema "Saber Envejecer".
Transmitir a los más jóvenes el saber sonreír a la vida y disfrutar de lo que nos ofrece es uno de los objetivos.
Recordamos que en el año 2000 formaban el I Consejo 20 personas (10 hombres y 10 mujeres), que no sólo aprenden a asumir su ancianidad, sino a transmitir su experiencia, poner al servicio de los demás su memoria histórica, su tiempo libre y la interdependencia. Hoy son ya 315 los miembros, y otros ayuntamientos están recibiendo propuestas para la creación de sus respectivos consejos. La misa se celebrará a las 13 en Val de Xestoso, y la comida de confratermnidad, a las 14 horas.
XVII Aniversario del Consejo de Ancianos.
El 19 de marzo de 2017, se celebrarán las XXIV Jornadas de "Saber Envejecer", bajo el lema Envejecer Es Obligatorio, Crecer Es Opcional. Estas jornadas se hacen coincidir habitualmente con el "cumpleaños" del Consejo de Ancianos, que este año celebra su XVII Aniversario. En lo referente a las jornadas, algunas reflexiones previas: No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar. Existen solamente tres secretos para que continuemos jóvenes, felices y obteniendo éxito:
1) Reir y encontrar humor cada día
2) Tener un sueño, pues cuando se pierden uno muere
3) Conocer la diferencia entre envejecer y crecer. La idea es crecer a través de la vida y encontrar siempre oportunidad en la novedad. "Nunca es demasiado tarde para ser todo aquello que uno puede probablemente ser".
. Envejecer Unidos. El tema se basará en la necesidad de las personas mayores de unirse por dos motivos esenciales: Conseguir juntos los mejores derechos, y unirse para afrontar la vejez sin caer en depresiones y obtener una vida feliz juntos.
Objetivos:
Existe una categoría de personas que, capaces de captar el segnificado de la vejez en el transcurso de la existencia humana, la viven no sólo con serenidad y dignidad, sino como un período de la vida que presenta nuevas oportunidades de desarrollo y compromiso. Y existe otra categoría -muy numerosa en nuestros días- para la que la vejez es un trauma.
Sólo a la luz de la fe, firmes en la esperanza que no engaña (cf. Rom. 5,5), seremos capaces de vivirla como un don y como tarea, de manera verdaderamente cristiana. Ese es el secreto de la juventud espiritual.
El Consejo de Ancianos se ha pronunciado sobre la celebración de la "Jornada contra la violencia". Además de una serie de cartas de las integrantes del organismo, en las que se analiza la situación actual del maltrato en relación con épocas anteriores, el presidente del Consejo ha confeccionado un escrito en el que asegura, entre otras cosas, que "antes quizá hubiese tan malos tratos como ahora, lo que pasaba era que se iba aguantando todo". Valentín Pico apunta también un hecho que contribuía a silenciar esta situación como puede ser que "la mayoría lo callaban todo, más que nada por lo que el pueblo podía criticarlas".
Las mujeres integrantes del Consejo han manifestado abiertamente por medio de misivas sus opiniones al respecto:
"Me gustaría comentar sobre la violencia en las mujeres del ambiente rural, ya que es ahí donde, por ahora, se dejar ver el poder del hombre sobre la mujer, no ya por el maltrato físico, sino porque a veces duele tanto o más el maltrato psíquico. Nosotras, tal vez por no tener decisión y fuerza, no nos valoramos lo suficiente para que se nos tenga en cuenta en las decisiones, pensando que no valemos, y no es así. Todas valemos y todas nos necesitamos, que no sea sólo arrimar el hombro en el trabajo, que nos toca mucho más, porque hay la casa, los hijos y a veces el mal carácter del hombre, que como la mayoría, se creen superiores, y nos miran como poca cosa. Por eso animo a todas las mujeres rurales a que sean fuertes, que ellas también tienen ideas y valores muy valiosos, y el derecho a la igualdad.
