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Las inaceptables amenazas de la policía local

sábado, 18 de marzo de 2017
Hace casi 2000 años el poeta Juvenal escribió “quis custodiet ipsos custodes?”, “¿quién vigila a los vigilantes?”. Hoy nos seguimos haciendo la misma pregunta.
Las inaceptables amenazas de la policía local
El lamentable cierre en falso de la investigación, por llamarla de alguna manera, de la llamada noche de los cafés se salda con una terrible conclusión: dejar la ciudad desprotegida porque todos los efectivos se van a tomar algo simultáneamente a la cafetería del HULA es perfectamente lícito y no supone ningún tipo de falta, con lo que nada impide que vuelva a suceder esto cualquier noche. El día que pase algo veremos lo absurdo de esta tesis. Se observa una inexplicable divergencia entre la justificación del hecho por parte del Gobierno Local y su anuncio de que tomará medidas para que no se repita, o lo uno o lo otro, ¿no creen?.

Pero hay un hecho mucho, muchísimo más grave que parece pasar desapercibido. Existe una inaceptable amenaza velada en la mera existencia de una segunda línea de investigación, la que se ha abierto para averiguar quién hizo la foto de la polémica reunión y la entregó a la prensa. Es decir, que el problema no es el hecho, que ha quedado en nada, sino que se haya sabido.

No se ha pedido la grabación de la cafetería del HULA para ver si es cierto que la reunión duró unos pocos minutos, ni tampoco se piden las de varios días para tener la seguridad de que era algo excepcional como alegaban los protagonistas. No, se pide para hacer una caza de brujas, para ajusticiar y amedrentar al autor del chivatazo, y aunque no se encuentre siempre quedará un claro mensaje para asustar a la población: “nosotros estamos por encima de vuestro control”.

El mensaje es terrible, más propio de un cuerpo paramilitar de dictadura que de un servicio público al ciudadano en un país democrático, y no podemos callarnos ante estas cuestiones, no podemos ceder al miedo ni al chantaje.

En Lugo es habitual que se ataque al mensajero. Cuando el Ayuntamiento dio a dedo a una editorial leonesa la explotación exclusiva de la revista de las fiestas de San Froilán la única persona que tuvo que ir al juzgado a dar explicaciones fui yo, denunciado por que tuve la osadía de hacer público el asunto. Ningún concejal de los que firmó esa atrocidad legal tuvo consecuencia alguna a pesar de los anuncios hechos por la oposición.

Nos intentan acallar para seguir tapando sus vergüenzas. Pues no lo van a conseguir, solo nos van a animar a seguir vigilando a los vigilantes.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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