Los machirulos

Por amor al olimpo este debe ser el lema de Irene Montero la estrella naciente de Podemos, que aspira a convertirse en la Nadezhda Krupskaya, la mujer de Lenin en lucha con la expareja de Pablo Iglesias Tania Sánchez, la Pasionaria de Rivas, que recuerda a Apollinariya Jakubova, la Lirochka de Vladimir, de quien le separaron sus opiniones politicas, pero que es considerada la conciencia crítica de Lenin. La historia con mayúscula de la revolución rusa se repite en España está vez en letra pequeña. Los chicos de Podemos tienen una agitada vida sentimental propia de los revolucionarios del siglo XIX, Íñigo Errejón, Rita Maestre, Tania Sánchez, Pablo Iglesias, Irene Montero, Rafa Mayoral, Juan Carlos Monedero escriben capítulos de la crónica rosa, en este caso morada. Irene es una perfecta indignada,que desde los 16 años desde su barrio de Moratalaz irradia agitación y justicia social. A los 16 años se afilia a las Juventudes Comunistas, activista contra el Plan Bolonia, miembro de la PAH, la Plataforma de afectados por las hipotecas, ingresa en los círculos de Podemos y en 2014 es designada para los movimientos sociales. Rafa Mayoral es su mentor del momento, luego en 2015 sigue su ascensión irresistible como Jefa de Gabinete de Pablo Iglesias y y Viceportavoz Adjunta en el Congreso con Íñigo Errejón. Su verbo es incendiario y atrae la atención del caudillo peronista que en 2015 predice que será su Vicepresidenta y Ministra de la Presidencia y a tan sólo 27 años, en línea con la historia prodigiosa de Podemos. En Vistalegre Dos siempre junto al líder, emparedada entre Pablo e Íñigo en un discurso virulento se erige en la Evita española atacando a los totems del capitalismo patrio, Amancio Ortega y Juan Roig, acusándoles de discriminar y abusar de sus trabajadores. Se funde en abrazos sicalipticos con el triunfante Pablo siempre acompañado por su Pepito Grillo, Juan Carlos Monedero. En el discurso de aceptación de nombramiento del "chepas" como le llamaban cariñosamente sus compañeros y alumnos en la Universidad esta siempre muy cerca del que en las crónica rosa/morada atribuyen como pareja. Refleja lealtad inquebrantable, del tipo "contigo hasta la victoria". Le mira con arrobo y fervor comprometido y esta perfecta conjunción desemboca en una entrevista en los pasillos de las cortes el quince de febrero en que califica de "machirulo" a un diputado del PP. Surge el neologismo poderoso, aunque un poco infantil, que augura palabros como miembras y otras similares del fenecido y ocurrente Ministerio de Igualdad de zapateriana memoria. No sé donde habrá captado lo de machirulo, si ha sido paseándose por Moratalaz o en sus charlas con sus colegas aragoneses donde abundan los cachirulos, eso sí portados con orgullo para sus joticas o tal vez en alguna guardería infantil donde habrá tratado de predicar el Nuevo Testamento de su Pablo. Un enigma, que augura estupendos momentos para el idioma de Cervantes. De momento la nueva Evita se alza, se pone de puntillas, dada su corta estatura, para rebelarse contra todos los "machirulos" que en el mundo han sido.