La muerte de Fidel Castro hace, que al igual que ocurrió en España después del fallecimiento del general Franco, se haya abierto un proceso de transición, que en España desembocó en una Monarquía parlamentaria y que en Cuba podría propiciar un régimen democrático de corte liberal.
Quienes nos consideramos amigos del pueblo cubano tenemos que contribuir a que sea posible y se consiga una reconciliación nacional entre las dos Cubas. En España la transición lo consiguió y parecía una tarea imposible. Un ejemplo de como aproximarse a una positiva transición es evitar radicalismos, denuncias y actos hostiles. Es en este espíritu de amistad que solicitamos respetuosamente al gobierno cubano la puesta
en libertad de los presos políticos y en particular del doctor Cardet, refiriéndonos al informe de Amnistía Internacional que resumimos a continuación.
La tarde del 30 de noviembre del 2016, el médico cubano Eduardo Cardet, coordinador del Movimiento Cristiano Liberación desde noviembre de 2014, fue arrestado en presencia de su esposa Yaimaris Vecino e hijos por las fuerzas policiales cubanas cuando se dirigía a su residencia en la provincia de Holguín.
La versión oficial del Estado cubano declaraba que el motivo de la detención se debió a la agresión que le propinó Eduardo Cardet a un policía. Una versión, que según el Informe de Amnistía Internacional, no comparten los testigos del momento de la detención, quienes aseguran que se le inmovilizó de forma violenta, sin tener la posibilidad de defenderse.
A día de hoy, Eduardo Cardet lleva aproximadamente 2 meses en prisión provisional, después de que se le negara la posibilidad de fianza en 3 ocasiones, a la espera de que se realice el juicio, que tendrá lugar el 20 de febrero, y para el que la Fiscalía cubana pide 3 años de cárcel.
Tras las investigaciones realizadas por Amnistía Internacional, ésta ha decidido declararle preso de conciencia, ya que como relatan los testigos de los hechos creen que las creencias políticas de Eduardo han sido el principal motivo de la detención, ya que días después del fallecimiento de Fidel Castro, Eduardo Cardet realizó una serie de declaraciones consideradas contrarias al Régimen Cubano.
Por ello Amnistía Internacional insta al Estado cubano a liberarle de forma inmediata y sin ningún tipo de condicionamiento. Hacemos nuestra esta petición, que merece ser apoyada en aras de crear una sociedad de tolerancia y dialogo. Nadie niega los avances del pueblo cubano en educación y sanidad, pero la existencia de tantos cubanos en el exilio hace que sea indispensable la reconciliación nacional, sin vencedores, ni vencidos, de forma fraterna. Un Cardet en libertad puede ser un jalón en la vía de construir un futuro en armonía.
