Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

El urólogo prodigioso

jueves, 02 de febrero de 2017
En la Casa de Galicia, Francisco Javier Neira Pampín llevó a un público entregado "El sabor amargo de la fruta madura" en un día nublado más norteño que velazqueño madrileño‎. El autor que podía ser protagonista de un culebrón venezolano en el que ejerceria de galanazo que entra en el quirofano entre la admiración y rendición incondicional de sus enfermeras, retrato con palabras sencillas exentas de retórica la amarga situación de una vejez, derruida, escombrosa de su tierra, en que si se entra al anochecer en los caserones solitarios veríamos a estos desechos humanos rumiando sus desgracias y avatares esperando la muerte. Neira Pampin se nos revela barroco en su concepción del hombre que inevitablemente camina hacia la muerte, mientras hablaba asomaban las calaveras de la ancianidad desdichada. Escribe los fines de semana a las siete de la mañana en total soledad y silencio, como un monje capuchino, a mano, lo que acentúa su atemporalidad y escribe para si mismo, lo hace sin guión, ni trama preestablecida, deja fluir y hablar a su corazón, sus personajes le dictan lo que tiene que decir. El autor relata la anécdota de Alejandro Dumas que lloraba por la muerte de Porthos su mosquetero.Al hacerlo su semblante refleja su ensimismamiento. El urólogo prodigiosoHabría que poner a sus palabras como música de fondo la sinfonía fantástica de Héctor Berlioz. En la presentación Xulio Xiz desdobló vocablos y conceptos los enjaezó como yegua sevillana para la Feria de abril y los hizo resonar en un deleite, torrente de manantial de aguas cristalinas. Le acompaña la voz que mesmeriza al publico. Importa más como lo dice, que lo que dice. Pura galanura. Como un toreo de salón. Neira Pampín si entro a matar, a su toro de la casualidad, no dejó que se lo echaran al corral y fue desgranando una letanía de suaves confidencias, defendió a los flojos, los más valiosos, los más abnegados y meritorios, que no gastan energías en las protestas, nos traslado a una Arcadia cotidiana, entre consulta y consulta, operación y extirpación, que compagina con su vocación literaria, a la que no da importancia, pues es visceral, es un escritor de la Galicia profunda de brumas y paisajes verdes, que maneja el bolígrafo con la destreza de su bisturí de cirujano. Lo vemos yendo de excursión a la Costa da Morte para somatizar la tragedia cotidiana del fin de la vida. Neira es un místico del claroscuro, que Rivera o Caravaggio hubieran podido pintar. A los generales romanos trinfadores les seguía un esclavo reco‎rdandoles que son mortales nos dice el escritor urólogo. Sus libros, lleva dos y muy avanzado un tercero, no deben leerse si se padece depresión, hay que emprender su jugosa lectura con el ánimo sereno para disfrutar de un personaje Alejandro, que es la antítesis, lo opuesto al marqués de Bradomin de su paisano Valle Inclán, aquí las siete campanadas, suenan dolorosas y nos conducen a una amable melancolía y a reflexionar sobre la condición humana.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES