Mayorías y minorías

Donald Trump tiene muy mala prensa. No se le concede ni siquiera el beneficio de la duda. En España las minorías, sus enfoques, sus intereses, sus ambiciones se han impuesto y se han convertido en opiniones, en afirmaciones que se han convertido en artículos de fe y han suplantado a las mayorías. La libertad de expresión se entiende en sentido único, en avalar todo tipo de transgresión. En el arraigado feminismo se impone una visión maniquea, se califica de machismo al sentido común. Se obvia la agresividad verbal de muchas mujeres. La Sonata a Kreuzer de Tolstoi ya no está de moda. Se impide la armonía, la concordia, la educación sentimental.‎ Los crímenes pasionales no existen, son puro y duro machismo. El abrazar y aplaudir todo tipo de sexismo ha generado que la comprensión y la libertad de elección se hayan convertido en apología. Se acepta solo el humor que denigra y se rechaza poner en tela de juicio a las minorías étnicas, que pueden ser buenos, regulares y malos y no un estereotipo. La religión no interesa, hay una nueva caverna que combate todo tipo de espiritualidad, excepto las muy exóticas. No se fomenta el diálogo intereligioso y se pasa de la condena a la indiferencia. Los gimnasios son los nuevos templos. El culto al cuerpo y todo tipo de dietas cuanto más veganas mejor. El ecologismo de salón ocupa un lugar preferente junto a salones de belleza y gimnasios. El buenismo zapateriano ha impregnado toda la sociedad y a todos los partidos. El descenso en picado de la natalidad no se aborda con políticas natalistas. Se tiende a convertir a las mujeres en hombres y a los hombres en mujeres. Por esta razón y otras muchas que vagan en esta dirección suenan asombrosas muchas de las posturas y afirmaciones del showman Trump. En Madrid donde la Sra Carmena gobierna con un equipo de okupas se crítica acerbamente a un gobierno americano compuesto por técnicos de alto nivel y grandes gestores. Al mérito de conseguir llegar a ser millonarios se les tilda de aventureros y casi de criminales. Para consuelo de los podemitas Trump práctica también el nepotismo como ellos contratando a su yerno. En política exterior los Estados Unidos han llevado a cabo una política de gendarme del mundo y no se evalúa que su retirada del primer plano puede ser buena para el resto del mundo y que una política de amistad con Rusia puede llevar a un nuevo equilibrio mundial. Todo esto no se evalúa, en su arrogancia el pensamiento único rechaza lo que no entiende. Con Obama hemos tenido una visión del mundo, con Trump tenemos otra diametralmente opuesta. Hay que dar tiempo al tiempo para ver los efectos de esta nueva política. Tratemos de ver lo que el follaje impide divisar. La política espectáculo de un personaje que dista miles leguas de los políticos al uso. Demos tiempo al tiempo. El pensamiento único de las minorias se tambalea la pregunta es si estás mayorías blancas de Donald serán capaces de llevar al planeta por sendas de bienestar, justicia, paz y cooperación. En todo caso es absurdo que sean las minorias las que se impongan y releguen al cuarto oscuro a las mayorías. No a ley del embudo. Aprendamos a pensar diferente para ser diferentes. Intentémoslo.