Perfil político en Naciones Unidas

La crisis diplomática que sacude a Israel en estos días exigió un gran perfil diplomático para España a quien correspondía la presidencia del Consejo de Seguridad. Obama, el Santo negro ya en las últimas semanas de su segundo mandato esta decidido a dejar huella y a poner las cosas difíciles a Donald Trump y sus republicanos. Así mantiene una entrevista de alto valor simbólico con el primer ministro japonés en Pearl Harbour, que en 1941 fue escenario de la destrucción de la flota americana en el Pacífico, que desencadenó la entrada en guerra de Estados Unidos y en Nueva York en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas levanta el veto que pesaba sobre todas las resoluciones que afectaran a su tradicional aliado Israel. Donald Trump intento desbaratar esta condena al establecimiento de asentamientos en Cisjordania y aplazar la votación hasta después del 20 de enero, pero no lo consiguió y la patata caliente le tocó a nuestra Misión Permanente ante Naciones Unidas que presidía en este mes de diciembre este Consejo de Seguridad. Aquí entra en juego el perfil alto o el perfil bajo de una representación diplomática. Un dilema. Por un lado restablecer la legalidad internacional que repetidamente ha repudiado los asentamientos, que dificultan la implantación y la viabilidad de un futuro Estado Palestino y por otra granjearse la enemistad y las probables represalias de la próxima administración USA, que comienza el próximo 20 de enero con la jura del magnate Trump. Un caso práctico que podría plantearse a los estudiantes de la carrera diplomática. Sin preguzgar cual puede ser la solución a este cul de sac es evidente que hace falta un gran nivel de perfil politico y de capacidad de maniobra. España tradicionalmente ha enviado a Nueva York a muy buenos profesionales, técnicos en la materia como Juan Antonio Yañez o el versátil Chencho Arias, pero no ha mandado a destacados políticos, que podrían aportar imaginación y fantasía, a estadistas con visión universal, tal vez por no dar a las Naciones Unidas la importancia que se merece la primera institución mundial‎. A partir del primero de enero comienza un nuevo periodo en Nueva York con el Secretario General ibérico el portugués Antonio Guterres y será un momento en que España debería tener una representación de alto perfil político y dar a las Naciones Unidas la relevancia que tiene, como primer foro mundial.