Campan a sus anchas y hacen lo que les da la gana. Atropellan los derechos de los vecinos y parecen tener bula de las autoridades que deben preservar el Medio Ambiente. Sí, las Eléctricas, las de siempre.
En Galicia no solo llevaron sus tendidos por donde más les convenía sino que ahora, cuando tienen que hacer limpieza para mantenerlos despejados, lo hacen de forma agresiva y sin tener en cuenta la importancia de la flora autóctona.
Para los trabajos de desbroce está claro que contratan a empresas capaces de sobrepasar los límites de las leyes y a las que nadie pone freno. De lo contrario no sucederían los episodios que están pasando.
Esto que te cuento ocurrió en os Penedos de Bouzoá, en la parroquia de Castro, un lugar hermoso en donde se hallan los mejores soutos de castaños del ayuntamiento lucense de Carballedo.
Un vecino decidió denunciar este verano pasado las malas prácticas de los operarios encargados de la limpieza de los tendidos eléctricos y un mes después la empresa volvió a enviar a los mismos trabajadores que talaron un castaño centenario de su propiedad, con dos metros de diámetro y siete de circunferencia.
Aún permanece en el lugar el enorme tronco del árbol, sin duda de gran valor ecológico y de los que, desgraciadamente, ya no quedan en os Penedos de Bouzá.
La salvajada, que de otro modo no puede calificarse este suceso, no ha tenido ni la mínima respuesta por parte de la administración. El dueño es un emigrante que vive habitualmente en Venezuela y que cuando denunció los abusos se encontraba aquí de vacaciones. Para talar el castaño esperaron a que se fuera o al menos eso piensan las gentes de Castro, hartas de estas limpiezas.
Por esta zona de Penedos de Bouzá el tendido era de baja tensión pero hace ya algún tiempo sustituyeron los postes de madera por unos de cemento y aumentaron la potencia. Ahora es de media tensión. Es decir, las normas marcan una franja de limpieza de cinco metros.
Los trabajos de limpieza se hacen al menos dos veces al año. Los operarios y las máquinas llegan sorpresivamente, sin avisar a los dueños de las parcelas limítrofes en las que, con frecuencia, entra la desbrozadora.
Es más, según testimonio de los vecinos, en esta última ocasión el desbroce no se limitó a limpiar la franja de cinco metros, como es preceptivo. Ampliaron los trabajos a nueve metros sin decir nada. Las mismas fuentes refieren que el castaño centenario talado por esa empresa se encontraba a diez metros del tendido y para nada afectaba a los cables.
Lo del castaño centenario de Os Penedos de Bouzá ya no tiene remedio y en toda Galicia pocos ejemplares encontraremos como ese. Así que esperemos de Medio Ambiente tome note de este atentado contra la Naturaleza e imponga una sanción en consonancia con el daño causado.
