Un becario afortunado

En esta historia interminable de la picaresca española hice hace ya un tiempo el retrato de "una familia feliz" de Rivas Vaciamadrid y ahora nos tenemos que recrear en un capítulo más del desenfado ibérico, la bonita historia de un becario afortunado que con una beca universitaria de 480 euros consigue que le adjudiquen una vivienda de protección oficial en un municipio en que no reside, ni se ha sometido a engorrosas listas de espera y sorteos aleatorios. Despues el angelito la vende y consigue 30.000 euros y eso sí paga religiosamente la plusvalía e impuestos y le quedan unos 20.000 euros, un chico ejemplar, todo legal, un listo más en un país de ciudadanos donde el que no corre vuela. Los enemigos de Podemos, la canalla mediática, el Brunete mediático en su afán de enfangarlo todo saca a relucir que el padre de este chico listo esta siendo procesado por la pequeñez de cerca de doscientosmil euros gastados con una bendita tarjeta Black y a la vez que el alcalde de Alcobendas de quien dependia la adjudicación se sentaba junto al padre en el Consejo de Administración de Caja Madrid. Una mera coincidencia, que refuerza las razones de Alberto Garzón para apostar por una banca pública, en que amigos y familiares pueden verse apoyados, eso sí todo siempre legal sembrando felicidad entre los deudos. Todo normal en esta España de los milagros. Solo la maldad y la mala fe de los periodistas y sus amos puede ver con ojos perversos que se favorezca a la familia. Estos malvados incluso lo tildan de nepotismo. Es solo la vida misma, por eso Aitor el del Tambor, afea a Rajoy el escudarse en su armada de abogados del estado. En un país corrupto en que imperan las malas practicas sobran las leyes. Este chico ejemplar debería ser condecorado con la Cruz de Mérito Civil por honrar los valores familiares ‎y el cardenal Osoro mencionarlo en la homilía del día de la Almudena por su devoción hacia los valores que representa la familia y Montoro o quien se encargue de hacienda enaltecer su notable conciencia fiscal. No hay que sacar las cosas de quicio. Ademas se ha desvivido y se ha significado en la lucha sin cuartel contra la especulación en la construcción y en favorecer la vivienda para los más necesitados. Así es que acumula méritos y es simplemente un pillo más de este alegre Puerto de Arrebatacapas. Nada nuevo bajo el sol.