¿Qué es la psoriasis?
Es una enfermedad inflamatoria de la piel con tendencia a la cronicidad. Se caracteriza por placas rojizas cubiertas de escamas que pueden afectar a cualquier parte de la superficie cutánea. Es un trastorno muy variable en la intensidad de la afectación de la piel y puede acompañarse de daño en las articulaciones.
¿Cuáles son sus causas?
Existe una predisposición genética en gran parte de los afectados, es posible encontrar familiares que padecen la enfermedad. También pueden desencadenarla infecciones (en el nivel cutáneo o interno) y situaciones en las que aumenta la ansiedad. Estos factores provocan una inflamación en la piel, con aumento en la tasa de recambio de las células de la epidermis. La piel se aprecia roja y engrosada, con escamas en su superficie, y se forman placas bien delimitadas.
¿En qué parte del cuerpo suele aparecer?
Las principales zonas afectadas son: codos, rodillas, cuero cabelludo y piel en contacto con prominencias óseas, ya que la fricción es uno de los principales desencadenantes de las placas de psoriasis. En casos severos puede alterarse toda la superficie, incluso desembocando en una eritrodermia (piel roja) generalizada, con intensa descamación.
¿A quién afecta más?
Tiene factores raciales demostrados, pues es mucho más frecuente en personas de piel blanca (caucásicos). También hay familias en las que la dolencia es mucho más común. En cuanto a los factores psíquicos, son importantes la ansiedad y la tendencia depresiva. Y no olvidemos que la obesidad agrava notablemente esta enfermedad cutánea.
¿Está relacionada con otros problemas de salud?
Junto a los síntomas cutáneos, tienen gran importancia los articulares, que aparecen hasta en un 30% de las personas afectadas. Estos varían desde discretas artralgias hasta una artropatía incapacitante de articulaciones grandes y pequeñas, que requiere tratamiento específico. La obesidad y el síndrome metabólico son otros problemas que pueden agravar la situación del paciente.
¿Cómo se trata la psoriasis?
Existen gran diversidad de tratamientos, lo que indica que ninguno es definitivo. En casos leves se aplican productos directamente sobre la piel, generalmente derivados de corticosteroides y de la vitamina D. También es útil la radiación ultravioleta, bien con lámparas específicas o por exposición al sol. Pueden prescribirse fármacos antinflamatorios, antiproliferativos e incluso derivados de la vitamina A. Estos quedan restringidos al uso por parte del dermatólogo, quien valora su uso de acuerdo con el enfermo.
¿Cuál es el tratamiento más novedoso?
Hay una serie de nuevos fármacos, la llamada terapia biológica contra dianas específicas en el proceso inflamatorio de psoriasis. Han supuesto un gran avance en el control de la enfermedad, objetivo último a día de hoy, ya que no conocemos ninguna cura.
¿Adónde apuntan las últimas líneas de investigación?
Se están aclarando muchas de las vías inflamatorias que desencadenan la enfermedad, lo que conduce al diseño de fármacos eficaces y específicos, con buena tolerancia y mínimos efectos secundarios. En los últimos cinco años se han comercializado al menos cuatro productos nuevos de gran eficacia y se esperan otros que intentan bloquear todas las vías inflamatorias de las placas psoriásicas.
¿Cómo convivir con la psoriasis?
Al ser la psoriasis una enfermedad que tiende a cronificarse sin tratamiento adecuado, debe ser controlada por el dermatólogo. El paciente debe mantenerse en su peso adecuado, evitar el consumo excesivo de alcohol, no fumar y llevar una vida reglada, controlando siempre la ansiedad. El rascado siempre exacerba la enfermedad, por lo que debe evitarse. El uso de cremas emolientes, incluso asociadas a sustancias antipruriginosas, es de gran utilidad.
Por el Dr. Jesús Martínez Rubio, miembro de Saluspot y especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica en la Clínica Dermatológica Dr. Martínez Rubio.
