Jude Law y Paolo Sorrentino en Madrid

El cine Palafox la mejor sala de Madrid,que amenaza con desaparecer hacia finales de año, como cerró sus puertas el inolvidable Cafe Comercial, el de La Colmena de Camilo José Cela, privando a Chamberi de una de sus señales de identidad. Si no lo impide algún buen hado nos quedaremos también los chamberileros sin nuestro mejor cine. Pero hoy luce sus mejores galas para recibir a tres grandes del celuloide. Hay es nada Jude Law, Javier Cámara y Paolo Sorrentino, el mago de la imagen de La gran belleza y de La Juventud, el sucesor de Luchino Visconti. La ocasión es el preestreno de una serie televisiva "El joven Papa" de diez horas de duración y hoy nos ofrecen los dos primeros capítulos. Protagonista absoluto el Vaticano con su esplendor y sus masas oceánicas y un joven Papa Pío XIII, encarnado por Judd Law, que imita maravillosamente los brazos en cruz de Pio XII, el Papa Pacelli y representa a un Santo Padre enigmático, que fuma constantemente, eso sí con mucha solemnidad, que tiene un extraño sentido del humor, que desayuna Coca Cola cherry y se permite snacks, que es muy rigorista, que no acepta ser imagen de marketing y prefiere pronunciar su primera alocucion a las nueve de la noche en la penumbra, sin que el pueblo no debe ver su rostro, pues deben buscar imperativamente a Dios. Este joven Papa, que fue un niño huérfano criado por Sister Mary, a quien lleva con el al Vaticano y convierte ante el estupor general en su asistente, se enfrenta a un Secretario de Estado astuto, untuoso y corrupto, una caricatura de la Curia vista y padecida por Benedicto XVI. A estos episodios se alternan planos estéticos de gran belleza y la pureza y el mensaje evangélico lo reviste Javier Cámara en un excelente sacerdote cuya vida discurre entre los mármoles y las magnificencias de San Pedro. Esta serie producida en inglés es muy italiana en el desenfado con que se tratan los asuntos divinos‎ y como alternan pinceladas de fe de la más pura ortodoxia con sal gorda digna del Bocaccio como en la pesadilla blasfema del nuevo Papa y de Pio Baroja en a cesar o nada en que Su Santidad se encuentra con un cardenal Spencer de Boston, cuyos manejos inconfesables lograron la elección de un Papa de Estados Unidos, que en un guiño de los prelados italianos se convierte en la elección de su joven discípulo, lo que desata la furia de este Cardenal, que como Pedro Sánchez deseaba ser Papa a toda costa. Creo que está serie gustará en España con su humor irreverente y ese dominio de la estética de Sorrentino, que en esta ocasión se ha visto realzada por la pantalla grande y por último reseñar un aspecto laberíntico que envuelve a los personajes. Al final de la proyección volvieron los tres tenores y nos dedicaron unas palabras, que sin guionistas, sonaron a los brindis de los postres, pero los dos capítulos, fueron un excelente banquete, al que accedí por casualidad y por la amistad con el gerente del Palafox, la suerte del expectador me proporcionó una velada inolvidable. La suerte es veleidosa amigos y favorece a los audaces.