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Ciudadanos busca su espacio

jueves, 11 de agosto de 2016
La primera vez que escuché a un partido político definirse como "de centro", me pareció una forma política de no decir nada para esconder las conveniencias y las oportunidades de la organización. Son los centristas los primeros representantes políticos en hacer posible lo imposible y olvidar sus compromisos con los ciudadanos para advertir, que ante los problemas sociales, se práctica lo que da rendimientos inmediatos en cotas de poder. Lo que algunos indeseables, verdaderos profesionales de la política, consideran como "tocar poder" para estar en el machito y así disfrutar de todas las prebendas del mandarín.

Ciudadanos nos inspiró confianza. Tenía dos objetivos muy concretos. Regenerar la vida pública; reformar el cuerpo legislativo para adecuarlo al tiempo y necesidades de la ciudadanía. En el primer apartado, prometieron no tener tratos con los corruptos de palabra, obra y omisión. En el segundo apartado, prometieron darle a la vida administrativa un salto en dirección al servicio público a la causa del ejercicio real de la ciudadanía.

Ahora están empeñados en hacer presidente "propietario" al presidente interino. La disculpa es que España no puede seguir sin gobierno. Mi teoría es que vale más gobierno en funciones, que gobierno funcionando a golpe de recortes bajo las órdenes de la Troica. Y es que los españoles llevamos unos cuantos años sin demasiada suerte. Primero el dueto ZP-Pepiño. Después la mayoría absoluta del PP, que mientras estrechaba el cerco sobre los sueldos y las pensiones de las clases populares, se hacía laxo colaborador de las clases endomingadas.

España es un barco viejo, con una tripulación desencantada con los que toman las decisiones en materia de rumbo y comportamientos. Tenemos instalada la corrupción a modo de subcultura. La desigualdad es un hecho constatable que produce el escarnio de comprobar cómo cada vez son más los que no pueden ejercer la dignidad ciudadana y son más la minoría capaz de emprender grandes negocios y amasar inmensas fortunas, siguiendo el modelo de la explotación, especulación y extorsión. Curiosamente, la Iglesia Católica Española, tan beligerante con el aborto o con la enseñanza de la religión, mira para otro lado cuando debería tomar ejemplo del Papa y señalar la injusticia como mal instalado en la sociedad.

Pero volvamos a Ciudadanos. Hubo un momento que representaban un soplo de aire para entrar en la habitación común y ventilarla de malos olores. Hoy, tenemos razones para sospechar que son un apéndice de la derecha rancia, un experimento organizado como alternativa a la vieja guardia del PP. Veremos cómo termina la aventura. Pero tengo razones para intuir que su papel ha sido el de mantener el voto de la derecha hasta que ésta se vuelva a recuperar de la gestión de la crisis, y que en las terceras elecciones, votos y escaños de Cs, volverán al casillero del PP.
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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