Los quebrantos del Divino Pedro

En familia el Divino Pedro con equipacion deportiva esta en su casa y tiene ante si unos planos desplegados sobre una mesa y los esta estudiando detenidamente. Su bonita esposa Begoña aparece con un salto de cama oriental y le pone una mano sobre el hombro. Le pide que deje su trabajo y vuelva a la cama. "No puedo dormir. No acabo de encontrar el emplazamiento de las canchas de baloncesto. No se si ponerlas al aire libre o dentro". Esta volcado sobre los planos de la Moncloa. "Le he prometido a Pablo instalar varias y jugar al basket con sus chicos y los okupas de Carmena, los chiquets de Compromis, los de las Mareas y también para los discapacitados siempre que sus cuidadores estén dando de alta en la Seguridad Social". Begoña insiste en dejar esa tarea para el día siguiente. Al fin el guapo líder deja de manosear los preciosos planos llenos de señales y crucecitas. No sin antes exclama "Hay que impresionar a los hombres de negro cuando vengan a visitarnos y además los ciudadanos tienen que ver el cambio en La Moncloa desde el primer minuto "Ya en la cama da muchas vueltas y casi arroja del lecho a su mujer con sus quebrantos. "Calmate. Duerme un poco" "No puedo. Mañana he convocado a mi equipo para el asunto de la barbacoa de cambio y de progreso. La bodeguilla de Felipe esta muy vista. Hay que innovar. El I más D llega a La Moncloa. Barbacoa para todos, siempre que no sean del PP". Finalmente el Divino Pedro consigue conciliar el sueño, aunque se sobresalta su mente preclara esta llena de basket y de barbacoas, lo que le hace botar en la cama y sacudirse y pronunciar palabras inconexas como "Tiempo muerto", "encesta" y otras lindezas que ponen de manifiesto que el líder hasta en sueños es un hombre muy inquieto. Muy temprano se despierta abre la nevera toma un poco de leche y vuelve al salón para seguir con sus planos. Saca otros de los jardines de La Moncloa para preparar la sesuda reunión con sus asesores. Estan proyectando una barbacora real pensando en Felipe y Letizia con sus chicas Leonor y Elena y unas familias de refugiados para impresionar al personal y distraer a la ciudadanía ante el previsible aumento del paro y si llega el corralito que le gustaría a Pablo y sus podemitas entonces las barbacoas populares tiene que ser de ordago. Para la barbacoa internacional no pueden faltar los chicos de Syriza con Varufakis a la cabeza, ni los compañeros de Venezuela que son tan cheveres, ni los cubanos de los Castros, para estos habrá que ponerse todos chandales para lo que piensa enviar a Hernando y al riojano a comprarlos en El Rastro para que sus ilustres huéspedes se sientan a gusto. Para las delegaciones de las nacionalidades del Estado español hay que incluir butifarras para los noys, pote, chacoli todo esto habrá que estudiarlo en el grupo de trabajo que tiene que ir pensando en la barbacoa regeneracionista para Albert y sus muchachos que tanto nos están ayudando para llegar a La Moncloa habrá que crear la Orden de la Moral para ponerles medallas a todos ellos. Así transcurren los días y las noches del Divino Pedro y sus equipos de expertos en basket y barbacoas del cambio y la regeneración democrática.