Rivera tiene la llave

Los plazos‎ para la designación del candidato a la Presidencia del Gobierno se han puesto en marcha con la visita de Ana Pastor a S.M. El Rey Felipe VI. El pacto entre PP y Ciudadanos ha servido para constituir la Mesa del Congreso, luego han surgido los diez votos fantasmas, que no encuentran padre, pero de autoria presunta. Rivera ha vuelto a rasgarse las vestiduras y una vez conseguidas la vicepresidencia y la vocalia, que en puridad, no le correspondían, ahora hace resonar sus rayos y truenos. Contrasta el gesto alegre y resuelto que tenía cuando pacto con el PSOE con el gesto retorcido y de fastidio que muestra ahora. Esto nos hace especular sobre cuales son sus verdaderas intenciones. Esta claro que emocionalmente se encuentra muy incómodo con Rajoy y entrando en lo más oscuro de su pensamiento esta buscando un resquicio para impedirlo sin perder la cara ante su electorado y la opinión pública. Es cuestión de números el sabe que si en las entrevistas con el Rey el se muestra reticente dejando a Rajoy en minoría y Pedro Sánchez se dice dispuesto a ser la solución para impedir unas terceras elecciones y si todos los demás, como ya ha propuesto Homs, le designan como candidato la suma puede obligar a Felipe VI a encargar la investidura al empecinado líder del PSOE. Albert sería el padrino de este gobierno de todos contra Rajoy. Por lo que los independentistas facilitarán la investidura de este Gobierno. El Mediterráneo ha sido muy pródigo en vendettas y los levantinos saben mudar de opinion con facilidad pasmosa. Un Sánchez en el gobierno, aunque previsiblemente hundiria la economía, permitiría a Rivera ajustar cuentas con el gran capital y apretarles las clavijas en torno al cuello a los evasores fiscales, su apetito de justiciero podría colmarse, pero esta rosa y el puño tendría sus grandes inconvenientes y espinas enviando a su partido al ostracismo y etequitandose a si mismo como en la famosa aria de Radames en Aida "traditore della patria". Creo que es muy inverosímil que esto ocurra, pero actuando de sicoanalista aficionado, aunque no soy argentino, detecto en Rivera la tentación de propiciar el gatillazo de Rajoy. Sin embargo en la vida nos vemos obligados a meter nuestro subsconciente en el cajón de los sastres y proceder diversamente. La llave la tiene Rivera.