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La intempestiva resurrección del poeta Benito

viernes, 08 de julio de 2016
Llevo sobre mi vida el deseo que tengo de vivir…
Miguel de Cervantes y Saavedra


Amable y pacientísimo lector, ya fue narrada la triste experiencia de habernos enterado de la muerte de Benito Moreno Sarmiento, el silencioso poeta, el Pessoa chileno, autor de tres libros señeros dentro de nuestra poesía. El aviso funesto nos lo comunicó nuestro buen amigo, Gregorio Dobao, cordobés de nacencia, gallego de estirpe y alemán de adopción, en una escueta llamada telefónica.

Entonces, se encadenaron diversos avisos vía “mail” que fueron incorporados, como testimonio veraz, a la crónica anterior sobre este suceso infausto. Luego de mis infructuosas averiguaciones para ubicar a los deudos del poeta y hacernos presentes en sus exequias, recibí un correo virtual del propio Benito, que transcribo:

-¿De qué se trata esto, Edmundo? ¿Es una broma? Estoy más vivo que nunca. Además, te recuerdo que soy inmortal.

Repliqué el mail a todos mis contactos, después de responder al poeta. Con estas breves misivas que se despliegan a la velocidad de la luz, compongo un texto, a solicitud del fallido occiso:

-No es una broma. Jamás te haría una broma semejante... A nadie, en realidad, pero menos a ti… El miércoles de la semana pasada, nos avisó Antonio Gómez, por intermedio de Gregorio, que alguien había comunicado en Bar Amigo tu deceso. Me lo confirmó Cox, el flaco con pinta de teutón que va a La Cabaña, el sábado 22.

-Estábamos consternados y ahora no sabemos qué decir.

-¿Dónde estás, amigo querido? Llámame al celular, y que no sea desde ultratumba... (Ed).

-Nunca pensé que Benito iba a recurrir a las estratagemas de Luigi Pirandello en EL DIFUNTO MATIAS PASCAL... Ahora puede que cobre un seguro de muerte por cuenta de alguna viuda trotera. Me alegro por su resurrección y lo abrazo, y pago dos corridas... ¡Aleluya! (Guillermo).

-Lo sospeché desde un principio. (Juan P. del Río).

-Estoy francamente impactado. Feliz por tener a Benito con nosotros, pero impactado. Espero disminuir la impresión presentándome en el encuentro para celebrar la maravillosa resurrección de Benito. Sólo les pido avisar con un par de días de plazo….

-Abrazo a todos, alabado sea el señor Jesús. (Cristián).

-Benito eres nuestro invitado; lo dejamos para otra vez, ahí organizamos algo para celebrar tu resurrección, un abrazo. (Florencio).

El poeta se apresuró a responder a nuestros alarmados y fraternales requerimientos, dándonos a entender, con la elocuencia que lo caracteriza, el estado anímico y social que le embarga:

-En este momento estoy en La Florida, en la casa de mi hermana, haciéndole la declaración de impuestos anuales a mi cuñado... Además, no me puedo aparecer por donde la china Tchi, ni por La Cabaña, porque en los dos boliches quedé debiendo plata, después que me despidieron del trabajo, hace más de un mes.

Y como prueba irrefutable de su condición de resurrecto, Benito nos despachó su más reciente poema, cuyo contenido confirma quizá la aspiración del poeta al prometido edén… Regalamos esta primicia a nuestros lectores cautivos de las crónicas semanales:

El Paraíso de Fabiola
tiene el encanto
de las botellas vacías multicolores
y las radios antiguas
y los teléfonos y televisores
del siglo pasado.

La magia del tiempo detenido
como un reloj deteriorado.

La maravilla
El misterio
La incertidumbre de no saber
si alguno de estos teléfonos
recibirá
alguna llamada perdida
de Dios


Tras una breve reunión de parroquianos y contertulios, acordamos solventar la deuda de Benito, que era casi ínfima, en relación al holgado peculio de sus cofrades, que recibimos emolumentos regulares gracias a nuestras labores pedestres, lejos de los ámbitos de la creación lírica, sujetos a la servidumbre de los oscuros poderes que nos aherrojan. Por otra parte, él nos regala sus diáfanos versos, sin pedir nada a cambio, contraviniendo con su fina ironía el prurito consagrado de la codicia planetaria.

Mañana, domingo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, comunicaremos a nuestra comunidad de los bares la fecha y hora de la convocatoria para celebrar el regreso del poeta Benito Moreno Sarmiento desde las tinieblas pavorosas del Hades.

Cabe dejar en claro que este resucitado no pretende articular una nueva religión, entre tantas que hay en el mundo para supuesto consuelo de la desasosegada res humana, sino volver a reunir a sus dipsómanas ovejas en los rediles acogedores, donde las mesas son aras propiciatorias, y el vino y el pan compartidos constituyen el necesario sacramento cotidiano para brindar por la fugitiva y a ratos imposible esperanza.

Amén.
Moure Rojas, Edmundo
Moure Rojas, Edmundo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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