Italia indignada

Dos mujeres jóvenes Virginia Raggi y Chiara ‎Appendino han conseguido las alcaldías de Roma y Turín. Nada menos que las capitales política e industrial de Italia. Las dos son universitarias y tienen 37 y 32 años respectivamente. Este dato ya de por sí es extraordinario en un país tradicionalmente dirigido por una gerontocracia. Claro relevo generacional. Otro aspecto nuevo es su inexpericia política. No pertenecen a "la casta", que se reproduce como las plantas tropicales. Están en contra de las mafias y clientelismos. No quieren fondos públicos. Recaudan sus propios dineros para sufragar sus campañas. No se consideran miembros de un partido político, sino de una asociación de ciudadanos honestos que en medio de la corrupcion quieren moralizar la vida política. Son seguidoras del cómico de verbo encendido y permanentemente cabreado Beppe Grillo fundador del Movimiento Cinco Estrellas denominado así por los cinco elementos que vertebran su revolución política, agua publica, como bien necesario; energía limpia a bajo costo; libre conectividad de todos los ciudadanos; desperdicio cero y sostenibilidad y transparencia total con independencia de los partidos políticos. Grillo en plazas, teatros y medios de difusión ha realizado extraordinarias campañas de moralizacion de la vida pública luchando contra la casta, que como un tenebroso pulpo domina la vida pública italiana. Internet la forma de pulsar los humores ciudadanos y tomar decisiones. Informalidad en cuanto a presencia y actitudes. Sus críticas aceradas contra todos los chanchullos y malas practicas ha sido constante. La mayor parte de los "grillini" son de la clase media golpeada por esta segunda gran depresión y alertados por la revolución digital. Recuerdan al movimiento del hombre cualquiera l'uomo qualunque del comedigrafo Guglielmo giannini que en 1944 fundó la revista del mismo nombre y que en 1946 impulso un frente del hombre cualquiera. Un populismo de derechas que ha renacido con fuerza en Grillo actualizandolo con la conciencia medioambiental y el ecologismo. Es el hombre honesto, un buen savaje a la Rousseau, que sin contaminación con la casta, el que protagoniza la revolución social, de una sociedad limpia, sin componendas, ni latrocinios. Esta indignación italiana es muy diferente a la española del 15M encarnada en Podemos con ideología populista de izquierda, bebiendo en las fuentes marxistas bolivarianas de Venezuela y en el peronismo justicialista de Argentina y bañándose en el anarquismo ibérico, que tan fuerte fue en la Segunda República y en la guerra civil española. Los cabreados de España e Italia tienen en común su indignación, su rejuvenecimiento de la vida publica, su rechazo a la corrupción, pero se diferencian en su ideología. En Italia hay una confrontación entre corruptos y honestos, en España entre burgueses y descamisados, ricos y pobres. La desigualdad es clave en España, mientras en Italia prima la ecología limpia del ciudadano de a pie. Unos y otros se han subido a la poderosa ola del populismo imperante en Europa y están transformando sus sociedades. El Movimiento o Partido de Ciudadanos tiene muchos puntos en común con los grillini, por creer ambos en la fuerza regeneradora del hombre de la calle, que es limpio y honesto, pero difieren en la democracia de Internet de los italianos, mientras los chicos de Rivera están englobados de forma vertical, de arriba abajo. En cualquier caso saludemos y demos la enhorabuena a Virginia y a Chiara, dos intrépidas garibaldinas. Forza Italia!