Intransigencia

Valencia, Colonia, Leeds tres ejemplos de intolerancia‎ palmaria.Una profonacion de un símbolo religioso venerado, unos turistas agredidos por hinchas furibundos y una diputada asesinada vilmente mientras hacia campaña política. España, Alemania e Inglaterra. Es el resultado de un populismo que a raíz de la segunda gran depresión se ha desencadenado en Europa.

Salvapatrias de un signo o de otro envenenan el ambiente y predisponen con su odio a la comisión de delitos. Odio a flor de piel. Intrasigencia religiosa con profanación de templos y burla sacrilega de dos Vírgenes a las que se muestra como si fueran lesbianas. Furor nacionalista que arma los puños de los bárbaros con el pretexto del deporte y reprobación de las libertades individuales de la convivencia de ciudadanos que disfrutan de su ocio. Incalificable el odio por quien profesa ideas políticas diferentes y llega en su delirio al asesinato de una diputada laborista. Tras la primera gran depresión surgieron los movimientos totalitarios del fascismo, del nazismo y del comunismo.

‎La incógnita es que ocurrirá ahora, los cirujanos de hierro de uno y otro signo ya han aparecido en toda Europa y los nuevos inquisidores, los Savanarola, ya están al tajo. Predican la intransigencia y la regeneración irracional. La tormenta perfecta esta a la vuelta de la esquina. Los nuevos bárbaros asedian nuestras fronteras con su hambre y sus aspiraciones a cuestas. Sus aliados interiores, los indignados, nos sumergen en un laberinto de túneles socavados por estos topos que están cercenando las raíces de los frondosos árboles milenarios de nuestro bienestar y nuestra democracia. A las religiones tradicionales se sustiyen las deidades ecologistas con sus nuevos dogmas prohibicionistas y sus teorías sin ningún soporte racional. Sus santones, sus gurus de mercadillo, predican evangelios de intransigencia y odio. El resultado se vive estos días en los episodios de Valencia, Colonia y Leeds.