Garbiñe

De nuevo en Roland Garros ha soñado el himno español y se ha recordado el nombre de Rafa Nadal nueve veces ganador de este torneo y ha sido su ganadora GARBIÑE esta jovencita de 21 años de piernas infinitas, cuya corta vida ha oscilado ‎entre Venezuela y España siempre con un innegable origen vasco Muguruza su apellido, la que expresó con la primera emoción del título obtenido que este era el torneo seguido en España por las gestas de sus tenistas y de Rafa Nadal. La Muguruza es una neskita así se dice en euskera muy alta, altísima y guapa, guapísima, difiere de las jugadoras masculinas y de tremendos músculos como las campeonisimas Williams, esta vez la finalista fue Serena y vigorosas como Conchita Martínez o la misma Carla Suarez. En realidad recuerda a las saltadoras de longitud de atletismo en general longilineas. En esta edición de 2016 en que Rafa se lesionó y en que Djokovic se enfrenta a su asignatura pendiente el gran slam que le falta, para los españoles la grata sorpresa ha sido la confirmación de GARBIÑE cuyo nombre con sabor a aizcolaris y a aurresku se pasea ahora triunfante por el mundo del tenis. La saga de jugadores españoles que inauguraron Lili Álvarez y Manolo Santana sigue adelante y en el año en que Venezuela esta en boca de todos los políticos es una hispanovenezolana la que consigue la palma del triunfo. Por cierto que silencio y que gran ovación al himno nacional, cuando todavía resuenan en nuestros oídos los silbidos a nuestro himno, a nuestra enseña nacional y a nuestro Rey por parte de unos cafres, que me perdone esta simpática tribu o etnia de Sudafrica, de unos maleducados, pónganle los amables lectores todos los insultos que deseen, pues se los merecen. En París no ha habido "libertad de expresion" que sarcasmo llamarla así, sino que en la ciudad donde tiene su sede la UNESCO ha habido silencio, respeto y prolongado aplauso. Que se repitió cuando los López se impusieron en el doble redondeando esta jornada española. En un día en que el deporte mundial esta de luto por la muerte de Cassius Clay/Muhamaad Aly y en España por un motociclista joven y prometedor Luis Salom. La otra cara de la medalla. Cassius quedo muy tocado en sus legendarios combates con Foreman y un progresivo Parkinson lo redujo a ser un monumento andante, con manos temblorosas y mente ausente. Tuve ocasión de conocerlo en Naciones Unidas cuando fue designado Mensajero de la Paz, título que había conseguido mi organización Paz y Cooperacion por lo que tuve el honor de conocerlo, pero fue imposible intercambiar ni siquiera unas palabras, estaba encerrado en su mutismo y le perseguía la gloria deportiva y de símbolo de luchador por la igualdad racial. En el circuito catalán sucumbió en un entrenamiento Luis Salom un joven corredor de 24 años al que su moto en pirueta trágica le rebotó de pleno. La vida sigue la competición no se suspende. Como en el famoso musical "Sonrisas y lagrimas", con Cassius/Muhamaad y Luis se reparten las lágrimas y con GARBIÑE su nombre hoy en mayúsculas brillan las sonrisas. Las dos caras del deporte.