La fuerza de Podemos

"Yes we can" ‎en castellano "si se puede" fue el poderoso lema que el afroamericano Barack Obama utilizp en su campaña de 2008. Este slogan no era suyo, lo tomó de un tema de Hip Hop de will.i.amel grupo Black eyes Peas cuyo título era "we can8" que se hizo popular en youtube.

Apelaba a las aspiraciones profundas no sólo de los afroamericanos, sino de todas las minorías y de las causas ideales de millones de personas. Si seguimos la trayectoria de este santo laico como ha sido denominado veremos que no iba contra nadie en específico, sino a favor de la población discriminada. La unión hacía la fuerza y postulaba que "todos juntos podemos".

Barack trataba de lograr una unión de la población para superar situaciones de injusticia y para abrir nuevos espacios de libertades, pero siempre acatando la Constitución de los Estados Unidos y el imperio de la ley. Por ello Obama nunca forzó el cumplimiento estricto de la ley. Este Si podemos se apoya en las utopías positivas de la democracia representativa, codificadas en una Constitución, que es un contrato social y que presupone que la voluntad de las mayorías se encauza en un sistema representativo con separación y equilibrio de poderes, como enseña Montesquieu.

Esto lo sabe cualquier estudiante de Ciencias Políticas o cualquier ciudadano con un mínimo de formación politica. En los deportes, el Yes we can, está muy claro, se pretende superar una prueba, alcanzar una victoria por medio del esfuerzo, el talento o la astucia, pero no de cambiar las reglas de juego. En cambio en su versión revolucionaria, que nunca ha practicado Obama, es un intento de subvertir la economía de mercado sustituyéndola por fórmulas que se apoyan en utopías fracasadas teñidas as de sangre las más de las veces.

Ocupemos Wall Street es un claro ejemplo, destruyamos la globalizacion y demos un salto a no se sabe donde, acabemos con los bancos y concentremos todo el dinero en el Estado. Lo que pasa es que se juega con las frustraciones de millones de ciudadanos a quienes los populistas venden la satisfacción de todos sus sueños. Soluciones simples para problemas complicados. El enemigo exterior es la casta y los odiosos capitalistas, como antes lo fueron los judíos o los comunistas.

La esperanza es lo último que se pierde y aquí la prometen a raudales, con una varita mágica que se mueve al son del eslogan Yes we can,Si podemos. Esta es su fuerza. Prometer el paraíso en la tierra, la prosperidad para todos, el fin de las injusticias, la forja del hombre nuevo, la nuestra Natacha de Alejandro Casona.

Lastima que las rusas, las cubanas y las venezolanas prefieran ser damas a ser milicianas‎. Sin embargo la fuerza de la utopía, el Fuenteovejuna, todos a una permanecerá siempre como un sueño de la razón, que para Goya engendraba monstruos. Intentemos entre todos una revolución del sentido común, ni dueños ni esclavos, todos ciudadanos. Será un camino largo, pero valdrá la pena.

(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).