El precio del petroleo

Los periódicos de Dubai a Nueva York pasando por Pekin y Hong Kong se centran en las negociaciones entre Arabia Saudí y Rusia, fieros enemigos en Siria,para congelar la producción petrolera.Venezuela y Emiratos Árabes asisten también a estos tratos,en que la incógnita es que postura adoptará Iran, que ha terminado su largo embargo y ha aumentado la producción de crudo.

Al parecer según el Financial Times Iran estaría dispuesto a reducir también su producción. El problema es quien empieza a recortar primero,ya que existe un clima de desconfíanza‎ generalizada por el temor a perder la cuota de mercado, pero unos precios tan bajos que han llegado a los 27 dólares el barril han deprimido a estos países productores de petróleo e inflingido una gran caída de la bolsa, ya que las grandes multinacionales ponderan a alto nivel en los índices bursatiles.

Para los países consumidores como España está situación era como la diosa Juno bifronte, favorable a la balanza de pagos pero negativa para la economía en general empujada hacia la depresión, la famosa crisis económica de infaustas consecuencias, los temidos recortes.

El gigante americano, los Estados Unidos callan y las ven venir. La explotación del fracking, obtencion del petróleo mediante el fraccionamiento de las rocas, ha sido el detonante de esta crisis. El fracking es rentable a partir de los 40 dolares, pero Arabia Saudí y Rusia son competitivos por debajo de ese precio, pero destrozan sus economías y arruinan sus paises, véase el caso más sangrante en Venezuela, donde otros factores políticos contribuyen a la catástrofe economica.

Este es el clima que he podido detectar en mi fugaz paso por los Emiratos Arabes, que desde el aire muestran orgullosos la luz deslumbrante de esa ciudad mágica y artificial que es Dubai, uno de los centros neurálgicos de la economía mundial, mientras tanto las preocupaciones de nuestros nuevos talentos podemitas son perseguir los sentimientos religiosos, tratar de cambiar la historia y copar cargos a mansalva.El número de necios es infinito.

(Joaquín Antuña es Presidente de Paz y Cooperación)