Messi y las ondas gravitatorias
viernes, 19 de febrero de 2016
Esta semana, Einstein ha copado todas las portadas del mundo con las ondas gravitatorias que predijo al desarrollar su famosa teoría de la relatividad.
Gravitacionales o gravitatorias como escribe Wikipedia. Los de letras ya nos perdemos con la ecuación espacio-tiempo y no digamos con estas ondas, estos ruidos que nos llegan de allende las galaxias y que al parecer abren nuevas puertas a la exploración espacial. Reverencia al genio de Einstein.
Por su parte Messi, ese monstruo argentino de los cinco balones de oro y quebradero de cabeza para los hinchas madridistas a quienes quita el sueño y asombro y maravilla para los aficionados al fútbol de todos los continentes. Esta vez revolucionó la forma de ejecutar un penalty ante el pasmo de propios y extraños, un pequeño desplazamiento del balón hacia delante que remacha el "canibal" Luis Suárez el del mordisco al italiano Chielini. Lo nunca visto.
Las imágenes de las hemerotecas nos remontan a hace treinta años a un Cruiff en estado de gracia. Reverencia al genio de Messi. Estas ondas gravitacionales y este penalty galáctico son un escollo para reducir la desigualdad humana. Quienes aborrecen las diferencias de todo tipo y las desigualdades sociales se enfrentan al fenómeno del genio, que inevitablemente se une a la idea de privilegio, de cerebros inconmensurables, de personajes tocados por la varita mágica del genio.
Einstein, Picasso, Nobel, Wagner y los grandes deportistas como Messi representan exponentes fuera de lo normal entre quienes compramos o hacemos el pan cotidiano. Robespierre, Bakunin, Marx, Engels, Castro, Pol Pot y a mucha distancia los chicos de Podemos y una delegada de cultura como Celia Meyer, que quiere tomar las plazas y no dejar títere con cabeza han denostado siempre los privilegios y detestado la riqueza burguesa y teorizado una igualdad de todos los seres humanos, desean prohibir, uniformizar, inventarse nuevos dogmas, aherrojar a las masas a la yunta ideal, del todos iguales.
Por cierto, una ilustre dama catalana ha muerto víctima del todos en bicicleta que postulan los progresistas del momento siendo arrollada por una de ellas y pereciendo víctima de sus secuelas. Todos somos hijos de nuestro tiempo y participamos del Zeitgeist hegeliano. En las dictaduras, los personajes ilustres de la inteligencia lo tienen muy dificil, las más de las veces eligen, si pueden, el exilio o son masacrados en los casos extremos.
Uno se pierde en las ondas gravitatorias y se asombra ante el penal de Messi, por ello es inevitable divagar y vagar por unos espacios siderales en busca de lo Absoluto. Viva la inteligencia, abajo la tiranía!.
(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).
Antuña, Joaquín
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