El coste de la virtud

Una noticia de Madrid nos estremece a quienes estamos preocupados por el paro que directa o indirectamente nos aqueja y afecta a todos. El grupo chino Wanda abandona Madrid, cierra sus oficinas y da carpetazo al mega proyecto de la remodelacion del Edificio España con sus proyectados 300 apartamentos, un Hotel de lujo y un centro comercial de cinco plantas.

La explicación dada, las trabas y las exigencias del Ayuntamiento de Carmena.

Creo que este hecho debe hacernos reflexionar sobre el costo de la virtud. Puede la moral exigente, pejiguera, miope contribuir al bienestar publico, en otras palabras gente sin experiencia en el mundo de los negocios puede crear puestos de trabajo o si es todo lo contrario. En este caso habrá que resignarse al aumento del paro y a la frustacion colectiva.

Emile Zola en su famoso libro L'argent, el dinero en dos partes nos explica el horror, las injusticias, los personajes sin escupulos que manejan las finanzas con sus maniobras, sus triquiñuelas, sus corruptelas, sus tráficos de influencia, pero por otra parte nos manifiesta la grandeza del ferrocarril que está facilitando el tráfico de personas y mercancías y que está transformando el mundo creando muchos puestos de trabajo y oportunidades para todos. Zola nos muestra las dos caras del dinero las sombras y las luces. Si Carmena y Colau hubieran existido en la Francia de Napoleón III probablemente ni se hubiera transformado Paris, ni los ferrocarriles hubieran surcado las tierras de Europa y del mundo, pero sin duda hubiera triunfado la virtud, la moral exigente y la pobreza hubiera aumentado y la vida sería a la fuerza muy austera. Sin embargo la moralidad estricta, el creer que el mundo de los negocios puede someterse a las reglas estrictas de la virtud extrema es creer como dicen los franceses en Papa Noel.

Si se quiere el mundo de Carmena, Colau, Kichi y compañía es una opción válida, pero hay que ser consciente que es un lujo que tiene un precio la depresión y un creciente paro, pero triunfará y refulgirá la virtud, desaparecerán los logreros, los sinverguenzas, los comisionistas sin escrupulos, los buscones y la ley de la jungla, pero desgraciadamente los ciudadanos volverán a la bella China de Mao en que se protegerá la virtud con los campos de reeducación ciudadana, sus estrecheces y su empeño en perseguir el lucro.Todos en bicicleta. La creatividad se pondrá fuera de la ley y se perseguirá por su peligrosidad social. Es una disyuntiva difícil; con la virtud podemita esta claro que no se pueden crear puestos de trabajo, ni por tanto combatir el paro, pero tal vez brillará el sol de la virtud, del hombre nuevo. Habría que restaurar la guillotina.

(Joaquín Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).