El monólogo de Navidad de Carmena

A falta de pan buenas son tortas; a falta de ideas bueno es distraer a la ciudadanía. Atajar el paro, limpiar la ciudad que está tan sucia, dar instrucciones coherentes a los policias, apoyar a los autonomos, Diosa mía piensa la gentil Carmena son misiones imposibles incluso para ese guapetón de Tom Cruise. Sin mis ocurrencias, sigue la alcaldesa de Madrid en este monólogo imaginario, pero altamente verosimil, no se sabría que estoy haciendo, seria invisible como Felipe VI, sin mis ocurrencias de mandar a las madres a limpiar las escuelas o a los niños a recoger los chicles, o a montar en bicicleta, o a promover Reinas Magas para complacer a las feministas más rabiosas, o a poner obstáculos a las obras públicas y privadas nadie hablaría de mi.

Me encanta prohibir a diestro y siniestro, el placer máximo es prohibir la circulación y restringir el acceso a la Puerta del Sol a fin de año y en esto me respaldan los verdes y los antiyihadistas. Me chifla el orgullo y confío que los madrileños se olviden pronto de ese simple de Isidro Labrador y de María de la Cabeza, por cierto que tengo que preguntar a Rita si podemos incluirlos en la Memoria Histórica y quitarles sus calles, lapidas y fuentes y cambiar estos nefastos nombres por la pradera de Germinal, la Avenida de Espartaco, la Plaza de Santa Nafisia, el callejón de Liberto... ay que gusturrin me da sanear el callejero de Madrid y hacer de rabiar a la engolada de la Esperanza y a la cursi de Begoña.

Menos mal que mi juglar y bufón de Corte, Carmona me da la razón y le gustan mis salidas y mis entradas. Ahora voy a tener entretenida a toda la basca con el cambio de los nombres de las calles, empiezo por 30 pero luego afilaré los colmillos y terminaré con Isabel la Católica y otras lindezas por el estilo. Estoy muy ilusionada con la cena de Navidad que me prepara el padre Angel, que pena que este ciudadano no sea libertario, estaria sensacional con el gorro frigio y empuñando el puño, pero él sigue erre que erre con sus devociones y misas, que le vamos a hacer, nadie es perfecto, vamos a alegrar la noche a 400 indigentes, que todos somos hijos de Diosa o de Fidel Castro.

Tengo que pedir a mis guardias que cuando los manteros griten "Agua" al verlos, les den un abrazo y un buen y robusto vaso de vino y que saluden educadamente a todos los trileros de la Calle Preciados, a estos mejor enchufarles rotundos carajillos. Me estoy estudiando los Bandos de Tierno y un día de estos prepararé con esmero las Bandas de la Alcaldesa con mis ocurrencias y chirigotas.

Tengo que organizar una comisión para cancelar las Fiestas de Navidad y llamarlas "Las Saturnales" o "Las Bacanales" o vaya Vd a saber como. A divertirse, madrileños, os preparo muy pronto el circo del callejero y no desmayeis; os organizaré kilombos, se me fue la Kirchner que estuvo tan simpática conmigo y ahora hay una gente muy estirada y estupida, aunque no tanto como esos ridículos opositores venezolanos.

Carmena se pone en plan filosófico y exclama: "Mi Pablo os va a poner las peras al cuarto" y sigue sonriendo y riéndose para sus adentros. El 2016 promete ser un Año de sobresaltos, de Geminis, de Acuario, de la repanocha en los madriles.