Rojo y gualda en el nuevo siglo de las Luces.
En el Instituto Egipcio de Madrid, un coqueto edificio cerca del Estadio Santiago Bernabéu, se celebró una gala de los Derechos Humanos con la actuación del compositor y guitarrista Paco Ibarra que interpretó lo más selecto de su repertorio.
Un famoso repostero portugués elaboró una tarta que lucía los colores de España con intercalados los lemas de la Revolución Francesa: Liberté, Egalité, Fraternité. Soplaron las velas que sellaron los 35 años de Paz y Cooperación y el 67 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los embajadores de Bosnia y Herzegovina, Guatemala, Eslovaquia, Haití, Libia, Palestina y Túnez rodeados por los convocantes del acto Elisa Veiga, presidenta de la Federación de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos de España, Basem Saleh Daoud, director del Instituto Cultural Egipcio y el que suscribe como presidente y fundador de Paz y Cooperación.
Un centenar de invitados fueron testigos de este doble aniversario entre los que destacaba una nutrida representación del Casino de Madrid encabezada por José Luis Izaguirre, director de la Tertulia Juan Sebastián Elcano y por el director de The Diplomat in Spain, Alberto Rubio, Nazmi Yousef Salsa, presidente de la Asociación de Corresponsales Árabes, Santiago Velo de Antelo, director de la Revista Diplomacia, Eduardo Jaudenes de Diario News, Alejandro Echegoyen de Pulso Press, el prestigioso colegio Caude de Majadahonda con Paloma Royo y Pilar Barroso y por representantes de diversos colectivos entre los que destacaban Paquita Sauquillo, presidenta del MPDL, Jesús Osuna presidente de la Asociación de Amistad Hispano- China, Antonio Gavilanes del Club Diálogos para la Democracia, Carlos Uriarte de la Asociación Paneuropea, José Luis Pardo representante de UNESCO en Galicia y al presidente de Cienciología España, Iván Arjona. Por el mundo del arte brillaban las pintoras Irene Iribarren y Francisca Blázquez y en el cuerpo diplomático se contarón cosejeros de Argelia, Arabia Saudí, Bulgaria, Egipto, Francia, Gambia, Irán, Marruecos, Omán, Paraguay, República Dominicana, Serbia, Siria, Sudán, Turquía y Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación manifestó el apoyo del Secretario de Estado Ignacio Ibañez encarnado por tres diplomáticos de su gabinete personal y de la Oficina de Derechos Humanos.
Hubo unos pequeños discursos para presentar la fiesta muy breves y concisos. La nueva presidenta de la Federación de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos,la magistrada Elisa Veiga subrayó la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su vigencia actual. En un momento en que se barajan los conceptos de libertad, seguridad y los derechos civiles pueden peligrar.
Por parte del Instituto Egipcio, el diplomático dio la bienvenida a todos y se alegró que un año más se celebrara esta importante efemérides en su centro.
Por mi parte, en representación de la Fundación Paz y Cooperaciób, resalté que este era un encuentro anual entre diplomáticos y activistas. Un puente entendido entre ambas orillas para conseguir un avance en los derechos humanos de todos los países. Mencioné que el 2015 fue para Paz y Cooperación el año de Argelia y que el 2016 empezaba en Hong Kong y concluía en Buenos Aires.
El acto se caracterizó por el entendimiento y las buenas relaciones entre todos los presentes. Paz y Cooperación trata de tender un puente entre diplomáticos y activistas. Entre los acordes de los rasgueos de la guitarra de Paco Ibarra, el consejero de asuntos sociales de la Embajada de Francia Jean François Renucci elogió el hermanamiento entre los colores de la enseña española y los gritos de dignidad de la Francia de las Luces.
