Descubrimiento de la amada
jueves, 10 de diciembre de 2015
Sólo quise escribir mi nombre en la indolencia.
Es por eso que miro las estrellas
junto al desvelo de una ternura melancólica.
Y recuerdo
El amor venía con vestidos azules,
en ramilletes o en naranjales.
Descendíamos en una barca por el Mandeo.
Cubría su cabeza con un pañuelo rojo
y la mirada perdida entre las nubes y el deseo.
Habíamos dejado libros por el mayo francés,
por hoteles, por banderas rebeldes.
Ahora una fotografía.
Percibo el aire y el jazmín en la sombra.
(Todo es recuerdo, todo es recuerdo.)
Desde la lejanía siento el río.
Y no me fatigo de mirarlo.
Carlos Penelas
Buenos Aires, diciembre de 2015
Penelas, Carlos
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