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Ser feliz en la vejez

martes, 20 de octubre de 2015
Aunque no estudié filosofía, muchas veces en mis casi setenta años hice planes y pensé como quería que fuese mi vejez, quizás me gusta más el término "edad madura" o "maduro joven".Ser feliz en la vejez
Tendría que estar acostumbrado, porque en mi país a los padres los llamamos vieja o viejo, en tono cariñoso y a mí lo que me molesta es cuando se dice en tono despectivo, allí también se contestaba en esos casos "viejos son los trapos".

Mi padre me dejó como herencia el amor por los viajes y el pensar en dejar de trabajar lo antes posible, o sea no acumular sin sentido, yo con sesenta y dos años fui a presentar los papeles para jubilarme y tuve la suerte de encontrarme con una funcionaria con sapiencia, quién me explico que, si podía, aguantase hasta los sesenta y cinco por muchas razones, que yo no había analizado y gracias a ella cobro una jubilación que me permite vivir. Mi padre se retiró del ferrocarril con cincuenta y cuatro, aunque luego tuvo que realizar algunas changas para poder salir adelante, aunque mi hermana y yo dejamos muy jóvenes el hogar al casarnos.

Siempre recuerdo cuando con Blanca, hacíamos proyectos de nuestra vida en pareja y pensábamos, que lindo cuando seamos viejitos y caminemos tomados de la mano, cosa que logramos realizar y eso da felicidad. Luego vinieron los cuatro hijos, que pudimos criar bien y ahora disfrutamos de su cariño y eso da felicidad. Más tarde los siete nietos, a los que adoramos y nos quieren y eso da felicidad.

Hemos emigrado y comenzado de cero una nueva vida, tuvimos mucho esfuerzo y muchísima suerte, salimos adelante y eso da felicidad.

Nosotros pasamos de vivir en una casa en Temperley, a un piso en A Coruña durante unos veinticinco años, yo en particular deseaba vivir en una casa y hoy la tenemos en Paderne "Paraíso entre Ríos", hoy comentábamos que quizás debería ser "Paraíso entre eucaliptos", y eso trae felicidad.Ser feliz en la vejez
Cuando recién llegamos viajábamos mucho los fines de semana, unos por trabajo, otros por conocer, ahora tenemos los viajes del IMSERSO, de la UNED, de Roxín Roxal y viajar trae felicidad.

He estudiado y aprendido mucho, quizás en aspectos diversos, quizás dando razón al dicho "El que mucho abarca poco aprieta", pero el haber acrecentado conocimientos da felicidad.
Podría seguir enumerando muchas cosas que me hacen feliz a esta edad madura, pero creo que se ha cumplido todo lo que deseaba, estoy en una etapa donde las pequeñas cosas me dan felicidad, solo me queda agradecer la familia que tuve en la infancia-adolescencia y a la familia que formamos con Blanca, porque la base de la felicidad está en la familia.

(Alberto Balbona é alumno da Uned Senior).
Balbona Naranjo, Alberto
Balbona Naranjo, Alberto


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