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En torno a los refugiados

viernes, 18 de septiembre de 2015
La primera reacción ante la oleada de inmigrantes que se presentan ante las puertas de Europa ha sido muy emocional ante las trágicas imagines del niño Aylan en Bodrum, en Turquía. El fenómeno de esta inmigración masiva ya llevaba un tiempo y se agolparon los refugiados en Jordania, en el Líbano, en Grecia, en Turquía y en Italia. Sin embargo el aldabonazo que sobresalto a Europa fue la vía Serbia, hacia Hungría para llegar a Austria y a la tierra de promision en Alemania‎.

Aqui no se trataba de países periféricos sino del corazón de la MittelEuropa y esto eran ya palabras mayores y su visibilidad era máxima. La primera reacción ha sido muy emotiva dictada por el corazón. Llamamientos a la solidaridad de una gran generosidad y sin reservas como la del Papa Francisco y la del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker y de las principales organizaciones internacionales como Cruz Roja y UNICEF, hay que señalar la gran labor de Médicos sin Fronteras en el rescate y primeros auxilios a los refugiados, así como de todos los cuerpos de seguridad de los países de acogida o de tránsito.

En el lado tenebroso se sitúan los traficantes,las mafias que especulan con el sufrimiento humano con sus diversas tratas degradantes y de extorsion.Dicho todo esto es necesario que del corazón dejemos a parte la imprescindible labor de socorro y que pasemos a la cabeza y tratemos de reflexionar a un más largo plazo en pro de los que llegan y en favor de los que los acogen. Para los ciudadanos de la calle el refugio y el asilo, sin entrar en tecnicismos jurídicos, eran conceptos muy restringidos que se concedían a personas con nombre y apellido y por motivaciones claras de persecución por sus ideas, sus creencias, su militancia política y últimamente por motivos de género, pero no se entendía refugiados en bloque, en masa y por millares.

Esto es un éxodo motivado por la guerra en Siria y las hostilidades siempre latentes en Irak y Libia con la destrucción del Estado. Sorprende un poco la presencia de mucha gente joven y en edad de defender sus patrias. Ingleses y rusos no abandonaron en masa sus países en medio de los bombardeos de Hitler o de la invasión de Alemania y las terribles batallas como la de Stalingrado. El sangre, sudor y lágrimas de Winston Churchill contribuyó a la futura victoria. Es verdad que son tiempos distintos y que no todos los pueblos tienen el elevado concepto del patriotismo de ingleses y rusos. Esta claro que si las poblaciones aterrorizada eligen el camino de la huida la victoria de los islamistas será completa, si no organizan una resistencia como han hecho los kurdos, será casi imposible que sus países recuperen la convivencia y la tolerancia.

La posibilidad de infiltraciones de los yihadistas en este éxodo masivo son evidentes y no son elucubraciones enfermizas de los Ministros del Interior. Se afronta un reto de grandes dimensiones donde lo primero es tender la mano y facilitar la ayuda, pero donde deben afrontarse con seriedad los problemas que se originan. Por ejemplo habría que pensar en un Pacto por la Solidaridad, que los gobiernos y sus instancias comunitarias y municipales ofrecieran libremente a los refugiados y que pudiera brindarles un futuro y contribuyera al desarrollo sostenible de sus países de acogida.

En España existen muchos pequeños municipios que necesitan población. Recordemos los lejanos tiempos de Las Carolinas en tiempos de Carlos III y los más recientes de fomento de regiones y ciudades. Un Pacto serio por el honor, que obligará moralmente a refugiados y a quienes les acogen a una tarea comun. Se precisan Olavides y Jovellanos.

Los viajes
‎Se escriben ríos de tinta sobre los trágicos sucesos de Bodrum,esa elegante ciudad balnear turca donde se dan cita los exquisitos turistas. En una bonita playa de Bodrum las imágenes del niño Ailan, de tres años muerto en la orilla de bruces y luego en los brazos de un carabinero turco han estremecido a Europa.

En este mundo dividido entre los parados y los que no paran,no todos los viajes son símbolo de placer, cultura, aventura, vacaciones, trabajo, sino también son fruto de la desesperación, la huida, la fuga, el exilio, la supervivencia.

Mientras en España una mitad de los españoles se convierten en turistas y nos visitan millones de felices ciudadanos del mundo en sus vacaciones, en el Canal de Sicilia, en Irak, en Siria, en Macedonia, en Serbia, en Hungría, en la valla de Melilla llegan viajeros extenuados después de largos trayectos y de grandes penurias y calamidades.

No es el punto de llegada. Quedan otras etapas, internamientos y mil dificultades. Son dos formas de viajar y las dos de rabiosa actualidad en este verano de 2015 y dos maneras de ver el mundo. El júbilo de quienes entran en Europa, en estos tiempos de "crisis" e indignaciones, es las más de las veces indescriptible. A la espera de llegar al paraíso están dos millones en Turquia, ochocientos mil en el Libano, setecientos mil en Jordania y agolpados en vehiculos, desde camiones de la muerte, a trenes a rebosar, a centros de extranjería otro medio millón a las puertas de la zona Schengen repartidos entre refugiados en busca de asilo e inmigrantes a la caza de un trabajo.

De los once millones de personas en riesgo entre Siria e Irak cuatro millones son menores y todos ellos sueñan con el milagro europeo. En agosto ciento cuatro mil refugiados se instalaron en Alemania, en albergues y capamentos. De los ochocientos mil llegados a Alemania un 40 por ciento podrá quedarse, los demás tendrán que irse, no se sabe bien a donde.

Europa es un monstruo burocratico, que no sabe reaccionar rápidamente y los intereses son muy contrapuestos. Pocos se muestran partidarios de recibir refugiados. No existe un criterio moral. Frente a Sarajevo y a las imágenes de horror no se hizo nada, hasta cuatro años después y se necesito la intervención de Estados Unidos. La realidad es que no se sabe que hacer. Europa estaba preparada para una gran campaña turistica, un éxodo organizado y festivo. No estaba lista para los millones que huyen de un genocidio o del fantasma del hambre. Matteo Renzi dice que no basta con conmoverse hay que moverse. Pero como?Ciertamente no organizando en Berlín un alarde de la marca España en el corazón de Berlin, como ha hecho el locuaz ministro Margallo, ni tampoco especulando entre acoger a dos mil o seis mil refugiados como ha declarado Mariano Rajoy.

Las nuevas Caritas, el nuevo "socorro rojo" de Barcelona, Coruña, Madrid, Valencia y Zaragoza intenta solicitar la solidaridad ciudadana, como se acoge durante el verano a los niños ucranianos y saharauis. Es una iniciativa generosa, pero insuficiente y que precisa de una coordinación gubernamental. La canción francesa voyage, voyage para unos suscita sonrisas, para otros una cascada de lágrimas. Mondo cane!, en castellano. Perro mundo!.

Joaquin Antuña es Preesidente de Paz y Cooperación.
Antuña, Joaquín
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