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La monarquía invisible

sábado, 05 de septiembre de 2015
Donde están las llaves matarile, rile, rile? En el fondo del mar, matarile, rile, rile, chimpon. Esta canción infantil que empieza con la estrofa "yo tengo un castillo" podría aplicarse a la monarquía española después del primer año del reinado de Felipe VI y la Reina Letizia. En un clima social muy hostil por la riada de indignación que se ha propagado después de las elecciones municipales del 24 de mayo la monarquía se ha hecho invisible. Otras elecciones municipales el 14 de abril de 1931 trajeron como consecuencia la abdicación del Rey Alfonso XIII,el Pacto de San Sebastián y la proclamación de la Segunda República. A la alegría desbordante de Madrid y las grandes ciudades siguió un periodo muy convulso que desembocaría de forma trágica en el estallido de una guerra civil.

Una larga Dictadura y después una Transicion Democrática, que se toma como modelo de Paz y Concordia y que ahora se revisa y se quiere poner patas arriba. En este clima social el papel del Rey es muy dificil. Felipe VI es el Monarca español con mejor preparación después de Carlos III, que llevaba como bagage 24 años de experiencia en Napoles, ha pasado por los tres ejercitos, pateado grandes universidades y aprendido muchos idiomas, ha gozado de la dirección de grandes preceptores y sobre todo ha seguido la trayectoria de su padre, el Rey que recibió un poder absoluto de Franco y sus Cortes y supo transformarse en un Rey Constitucional. Sobre el papel es perfecto, pero le falta lo que se atribuye a Michelangelo con su maravilloso Moisés "habla". Un actor necesita tablas. Un carisma especial que haga brotar las emociones, esa caja de las sorpresas, que nos hace estremecernos, entusiasmarnos y nos invita a la risa y a las lagrimas.

Es difícil recordar en un largo año de reinado un solo gesto,una sola anécdota y tampoco un solo fallo, un sola estridencia. La Reina por su parte sigue la misma pauta, precision máxima en sus apariciones,palabras y viajes. Se rumorea que es reina de lunes a viernes, pero su gestión es perfecta, no hay deslices ni tropezones. Una pareja modelo que se ha instalado en su alta magistratura de forma sencilla y eficaz consiguiendo una sucesión muy fluida de Juan Carlos I a Felipe VI sin traumas ni sobresaltos. Este panorama que haría redoblar las campanas al vuelo, sin embargo no se percibe en las ciudades españolas, sino fuera por las vendettas de Ada Colau, de Kichi y de un par de alcaldesas gallegas se diría que son figuras de cera del Museo de Madame Toussaud y nos preguntariamos si existen, si son reales, si tienen vida propia, cual es su huella, su estela. Estos estupendos Reyes normales se están disolviendo como un azucarillo en el vaso de la vida cotidiana. Son transparentes. Son invisibles. Podrian desaparecer de un día a otro sin que nos diéramos cuenta. Es un singular fenómeno, una extraña percepción, que no acompañó el reinado de sus padres que llegaron al pueblo y tuvieron luz propia, anecdotas, pasiones y vivencias muy reseñables a lo largo de casi 40 años suscitando Don Juan Carlos emociones de admiracion, entusiasmo y compartiendo premios de la Unesco con Nelson Mandela por su gestión de la Transicion Democrática y hasta de repulsa en su borbonico ocaso plagado de amores, elefantes y escandalos. Genio y figura.

Don Felipe y Doña Letizia tienen que hacerse de carne y hueso, no son dos estupendos actores interpretando regios papeles, son de corazón y sangre y su reto es dejar de ser invisibles. Hay algún máster donde se adquiera el carisma, preguntaré a Noelia y a sus amigas Alessandra, Giuliana, Julia, Irina, Sofia, Hacita, Belgicuore y Dario y a tantos otros Erasmus que están muy versados en todo tipo de prácticas y másteres que en el mundo han sido. Hay que encontrar las llaves, hay que sacarlas del fondo del mar para abrir las puertas del castillo.

La España Federal

La pregunta del millón del mundo político de este verano es en que se diferencia la España Autonómica que tenemos, de la España Federal que nos propone machaconamente como un mantra el PSOE. Se trata de un bálsamo de Fierabrás que todo lo cura ‎como en El Quijote y que si se aplica a todos los independentistas que tenemos en la piel de toro sanarán como por ensalmo y se convertirán en buenos ciudadanos que respetan la bandera y aplauden el himno español o es un subterfugio para ganar tiempo y tratar de hacer nuevas concesiones que satisfagan el hambre pantagruélica de los irredentos. En que puede diferenciarse la España Federal de la Autonómica y de que tipo de Federación se habla?.

Hay varios modelos que se pueden seguir. Se nos propone un proyecto alemán de los Laenders o un experimento tipo Reino Unido?. El modelo alemán comportaría redifinir las competencias y la transformación del Senado en una Cámara Federal en la que participarían todas las comunidades actuales por medio de sus gobiernos o por representantes designados por los respectivos parlamentos. El modelo del Reino Unido supondría un gran cambio pues simplificaría el actual mapa autonómico reduciéndolo a Cataluña, Galicia, Euskadi y Castilla o con rigor histórico a Aragón y Castilla. Imposible de aplicar en España.

La gran paradoja es que las llamadas nacionalidades históricas, Cataluña, Galicia y Euskadi no lo son si nos remontamos por ejemplo al siglo XV. Su historia es mucho más reciente pues datan del siglo XIX y su auge del siglo XX, por lo que este modelo inglés presenta escollos insalvables con la aparición de la Andalucía de Blas Infante y con la profundización de la singularidad de regiones como Asturias o Extremadura.

Cuando se pregunta a Pedro Sánchez y a otros dirigentes del PSOE o a Miquel Iceta del PSC que entienden por federalismo las respuestas son muy vagas y no van más allá de reconocer a Cataluña como nación y dotarle de más presupuesto. No explican si lo que pretenden en realidad es una Confederación de Estados y cuales van a ser, los 17 actuales o cuatro o cinco. Los independentistas catalanes no quieren oír hablar de esta España Federal, pues desean acabar "con el café para todos" que se inventaron Adolfo Suarez, Don Torcuato y el Rey Juan Carlos, anhelan unas comunidades autónomas asimétricas lo que choca con la igualdad de los españoles y los convierte en ciudadanos diferentes.

Ortega y Gasset escribió que había que "conllevarse" con los catalanes. No puede llevarse esta disputa a términos racionales, sino emocionales. Una reputada intérprete de la UNESCO de San Sebastián confesaba que cuando oía sonar el chistu o la talabarta se le escapaban las lágrimas, no lo podía remediar. Los hinchas que portan miles de esteladas y decenas de ikurrinas y que rugen ante un gol de Messi o de Aduriz se mueven en el campo de las emociones.

¿Desean Pedro Sánchez y sus acólitos una Federalismo de los sentimientos?. Yo me apunto con mi Asturias Patria Querida.

(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).
Antuña, Joaquín
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