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¿Es el gazpacho fascista?

martes, 21 de julio de 2015
Luego se quejan de que se les politiza, pero lo hacen ellos solitos. Los cuatro candidatos a la presidencia del Barcelona, es decir, el que ganó y los otros tres (que, por cierto, lamentan su derrota y eso por lo visto es noticia, se ve que los periodistas pretenderían que se alegraran…) han ¿Es el gazpacho fascista?apoyado y firmado un documento en que se comprometen a trabajar en favor de la independencia de Cataluña.

También han avalado, los cuatro, que se desarrollara en las instalaciones del Barcelona, con camiseta del equipo incluida, un acto en favor de la independencia, y el propio Laporta declaró que “Estar aquí significa un compromiso claro y explícito con Cataluña y, especialmente, con el momento tan importante que vive hoy nuestro país. Un compromiso a favor del proceso y un apoyo claro a los anhelos de libertad que están presentes en el pueblo catalán” (supongo que lo diría en catalán, pero yo lo he leído así).

Esto no es nuevo, y ya estamos más o menos acostumbrados, pero lo que me choca notablemente es que los cuatro aseguran que aunque Cataluña se independizara seguirían jugando la liga española. Si la liga española quiere, supongo, y algo tendremos que decir los demás sobre este asunto, aunque con la de pasta que se mueve en esto imagino que no nos preguntarán, no sea que la respuesta no les guste.

Nunca he entendido que haya simpatizantes del Barcelona fuera de Cataluña, principalmente porque se pasan el día dándoles bofetadas y diciéndoles que no quieren ser compatriotas suyos. Puedo comprender que a alguien le caiga bien el Bayern de Munich o el Inter de Milán, porque aunque sean equipos extranjeros cada uno tiene sus preferencias y no seré yo quien entre a juzgar los gustos, pero la diferencia es que dudo mucho que alguno de esos equipos se pase el día diciendo que les damos cosa y que quieren separarse del grupo y poner tierra de por medio.

Se justifica esa situación buscando la inversa. Tradicionalmente, al ser Franco del Madrid, se ha hecho esa absurda reducción simplista de “el Madrid es de derechas y el Barcelona de izquierdas”, una cosa tan ridícula como pensar que el gazpacho es fascista porque le gustaba al dictador (es un ejemplo, ni tengo información ni interés alguno en saber qué le gustaba comer al señor este) o las perlas falangistas porque eran del gusto de Carmen Polo, alias “la collares”.

No siempre las cosas tienen polos opuestos y quizás, solo quizás que al Barcelona le guste la idea de separarse de España, de sus miles o quizás millones de seguidores españoles porque creen que les irá mejor por libre, no quiere decir que los seguidores del Madrid tengan que votar al PP necesariamente, digo yo.

En fin, al menos Pablo Iglesias ya ha dicho que respetará lo que decida el “pueblo catalán”. Me recuerda a aquella frase de Zapatero sobre el Estatut, aunque este último tenía la excusa de que si algo era inconstitucional ya se encargaría el Tribunal Constitucional de meter la tijera. Lo de Iglesias es directamente una rendición ante el independentismo. Alegría. Supongo que al menos será del Barcelona.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


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