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Culto a las Sirenas

jueves, 16 de julio de 2015
Gonzalo Torrente Ballester publica en 1979 su obra "Las sombras recobradas" La primera parte que lleva por título "Fragmentos de memorias", -tres cuentos- le dedica una narración al mito de las sirenas. Es precisamente aquí dónde expone la leyenda de Los Mariño. Una promesa entre un Mariño y una sirena se traduce en que todos sus descendientes heredan el color azul de sus ojos. Alfonso, descendiente de la estirpe, vive en tierra adentro pero está obsesionado con la mar. La historia concluye con la visita que recibe el caballero por parte de una dama que había naufragado. Se enamoran y ella le convence para realizar un viaje en una dorna que, desaparece en la mar…

La más famosa y antigua de las sirenas gallegas hay que buscarla en Fisterra. La serea que con sus cantos llevaba a los mareantes hasta las fieras rompientes; pero descubren cómo pueden librar el encantamiento encomendándose al Santo Cristo da barba dourada.

Un vaso megalítico descubierto en Atenas en el siglo II a. de J.C. y una lámpara romana del siglo I-II d. de J.C. están ilustrados con el pasaje del canto XII dónde Ulises es seducido por el canto de las hijas de Aqueloo. Estamos ante el mito de unos seres malvados que seducen para destruir a los marinos que se les acercan. Previamente, habían sido descritas como seres alados, con rostro y torso femeninos. Dice la leyenda que competían en sus cantos con las musas que finalmente se impusieron. No obstante, hubo de ser Orfeo quien librara a la tripulación del Argos, de caer en sus redes cuando los héroes capitaneados por Jasón y Hércules iban tras el Vellocino de Oro. Es a partir del gótico cuando se las representa con el espejo y el peine; además de cantar podían tocar la flauta -vanidad- la lira -lujuria- y la viola -el engaño-.

Las sirenas viven en la mar, cantan contra la tormenta y lloran. Representan los placeres mundanos y las vanidades en el navegar por la vida. Mientras las musas se asocian con Febo, Dios del sol y la vitalidad, las sirenas son de un mundo inferior, servidoras de Ceres, que con el tiempo transitan del aire a las aguas. Hay rasgos comunes en todas las culturas del universo. Incluso en el Románico están señaladas, y así en el Claustro de Santo Domingo de Silos hay diferentes sirenas con cabeza de mujer.

Desde Islas San Cyprianus, que describe Ptolomeo como Archipiélago Trileucos, queremos reflexionar sobre tal mito, más allá de una fiesta que cita el segundo sábado de agosto a la juventud sedienta. Lo hacemos en el Museo Provincial del Mar, con la inestimable colaboración del Departamento de Cultura de la Diputación Provincial de Lugo, que auspicia una exposición de murales del Premio Nacional de Artesanía, Alfonso Otero Regal, con textos de Paco Rivas y Pablo Mosquera, y un seminario dónde disertarán Otero Regal, Pablo Mosquera, Paco Rivas, Vicente Miguez, Carlos Nuevo Cal, y el profesor de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, Lorenzo Gonzalez. Lino Rico pondrá la música para que A Maruxiana e outras seras se sientan próximas a tal tripulación, desde el viernes 17 de julio, en que inauguramos, hasta finales de agosto, para luego trasladarnos a la Vila mariñeira de Foz.
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


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