Tiempos republicanos

Hay que saber si los militantes de Ahora Madrid-Podemos ahorcarían o guillotinarían a Begoña Villacís, líder de Ciudadanos en el ayuntamiento, como pedían a gritos cuando la acosaban con caras cargadas de odio.

Ocurrió el último fin de semana, tras tomar posesión como alcaldesa Manuela Carmena, representante de Ahora Madrid, filial del partido de los revolucionarios universitarios complutenses.

Debemos tomar en serio esta batasunización, estas intimidaciones que traen consigo los turbulentos militantes de Podemos.

No son fanfarronadas de exaltados, sino un peligro que puede provocar la reacción de los agredidos de cualquier ideología que se defiendan de esta camorra.

Recuérdese a la portavoz de Carmena, que asaltó durante una misa una capilla católica en la universidad Complutense anunciando fuego y muerte: “¡Arderéis como en el 36!”. Rita Maestre es la novia de Íñigo Errejón, segundo del pequeño Pablo Manuel Iglesias.

La II República, que concluyó en guerra civil, empezó a hundirse con extremistas a los que no se les daba importancia, y que fueron respondidos por los de signo contrario; de momento no han aparecido pero ¿por cuánto tiempo?

Banalizan el mal y transmiten odio. En política son como los forofos que ahogaron en el Manzanares a un coruñés de sentimiento contrario al suyo: el fanático evoluciona desde la pasión por una idea hasta la ira violenta que mata por ella.

Quienes amenazan de muerte directamente o en tuits en internet están fascinados por las revoluciones sangrientas y por la violentísima serie que inspira las acciones del pequeño Pablo, Juego de Tronos.

Quieren protagonizar revoluciones posmodernas aplicando las ideas y el lenguaje matonil de los videojuegos.

El acoso de Podemos a Villacís y a otros disidentes, sus tuits pidiendo aplicarles guillotina y horca, harían temer por la vida de muchos otros ciudadanos si este país volviera a tiempos republicanos.