La situación mental de los pilotos

Impresionados aún por el estremecedor accidente de aviación, ocurrido en los Alpes franceses el pasado martes con el balance de 150 víctimas mortales y ante la cantidad de informaciones contradictorias que este tipo de acontecimientos provocan, se plantean muchas interrogantes en relación a la formación académica y sobre todo a la salud física, mental e incluso social de los profesionales, en este caso pilotos comerciales de avión, pero podría extrapolarse a otros profesionales como controladores de tráfico aéreo, conductores de autobús, tren o cualquier otro medio de transporte colectivo de viajeros.

Un piloto de avión comercial es el profesional responsable de la aeronave y de la seguridad de todos sus pasajeros en el trayecto del viaje. Se trata con mucha frecuencia de profesionales vocacionales, los pilotos son personas que aman y se vuelcan en su trabajo, y en el desarrollo de una profesión muy exigente tanto a nivel técnico como a nivel psicológico.

Desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, todas las profesiones tienen un nivel determinado de potencial de estrés sobre el trabajador, que en el caso de los pilotos se multiplica debido a su alto grado de responsabilidad en la seguridad de los pasajeros, así como al alto nivel de exigencia necesario para realizar su trabajo en óptimas condiciones. A esto se añaden otras circunstancias como las condiciones ambientales de la cabina, las condiciones atmosféricas, el jet-lag, los horarios cambiantes, largas estancias fuera del domicilio, etc.

El avión se considera, según estadísticas de accidentabilidad, el medio de transporte más seguro. Sin embargo, cuando se produce un accidente de aviación se somete a reconsideración todo el proceso, tanto la “salud” de la aeronave como la de los pilotos o controladores aéreos. La psicología aeronáutica se centra precisamente en el análisis de los recursos humanos en el campo de la aviación, tanto civil como militar. Desde el punto de vista de la prevención en aviación, lo fundamental es la promoción de la salud y de la seguridad de todos los elementos (personas, aviones y medios técnicos) implicados en el desarrollo de los múltiples procesos en la navegación aérea.

Los pilotos de aviación comercial son sometidos, en virtud de la normativa europea y del Estado en el que desarrollen su actividad, a exámenes físicos y psicológicos exhaustivos al inicio de su actividad, y con posterioridad se realizan generalmente exámenes anuales. Quizá sería adecuado y conveniente incrementar la periodicidad de los exámenes, ya que la salud física y mental, así como las circunstancias psicosociales son dinámicas, pueden modificarse sustancialmente y es muy importante que se realice un seguimiento continuo y riguroso.

También podría ser fundamental aumentar las sesiones que se realizan en simuladores de vuelo como entrenamiento, ya que aportan mucha información sobre las aptitudes, capacidades, enfermedades, problemas neurológicos y problemas psicológicos de los pilotos. Estas sesiones analizan aspectos psicomotores como los reflejos, aspectos muy importantes como la atención, aspectos psicológicos como la depresión…

En algunos accidentes de aviación producidos en la historia, la investigación ha demostrado que factores como problemas personales, familiares o de otra índole de los profesionales fueron determinantes en la ocurrencia del siniestro. Con un adecuado control físico y sobre todo psicológico se podrían detectar a tiempo este tipo de situaciones y evitar riesgos. Es importante asimismo permitir siempre a los pilotos revisar su situación personal, física y psíquica antes de iniciar un vuelo y pedir su reemplazo si sus condiciones a cualquier nivel no son idóneas para realizar su trabajo con las máximas garantías.

El perfil psicológico de un piloto debería ser impecable y no solo garantista. Entre otras aptitudes imprescindibles se pueden mencionar: personalidad equilibrada, sentido de responsabilidad, aptitud positiva para el trabajo en equipo, sentido del deber y la disciplina, capacidad de adaptación a todo tipo de situaciones, capacidad de tomar decisiones con acertado criterio y rapidez, equilibrio al asumir riesgos inevitables, capacidad de evitar riesgos innecesarios, y adecuado afrontamiento del estrés.

Aspectos que deberían significar una evaluación negativa son: la falta de disciplina reiterada, la incapacidad para seguir adecuadamente los procedimientos, ausencia de motivación, actitudes negativas, imprudencia manifiesta, negligencia en el desempeño…

Un aspecto fundamental que debe considerarse es el perfil de “afrontamiento del estrés del piloto”. Se utiliza un procedimiento, que se comenzó a aplicar en la NASA, llamado "CRM", por sus siglas en inglés: “Complete Resource Management”. Este programa consiste en aumentar las habilidades sociales y comunicativas de los profesionales, buscando la excelencia en los procesos, incrementado la seguridad, la eficiencia y eficacia.

Se analiza el error humano, sus causas, y se buscan procedimientos para evitarlo. El error se puede producir porque los pilotos son seres humanos. Sin embargo deben lograrse las máximas garantías para evitar situaciones tan dramáticas como los accidentes aéreos. Por otra parte, en ocasiones los accidentes son difíciles de evitar ya que se producen como consecuencia de la confluencia de varios factores que, al encadenarse, ocasionan la tragedia.

Cobra también suma importancia el clima laboral: es necesario analizar problemas como los conflictos laborales, los efectos de la actual crisis económica en salarios y despidos, las privatizaciones y los recortes en derechos laborales. Todos estos factores pueden incidir negativamente en la salud de los trabajadores. En contra de la opinión generalizada, no en todas las compañías de aviación todos los pilotos/copilotos reciben retribuciones en consonancia con su responsabilidad.

En resumen, es necesario priorizar el enfoque preventivo, evaluar exhaustivamente aptitudes y actitudes de los pilotos, analizar muy bien las incapacidades temporales para desarrollar su trabajo y extremar las pruebas psicológicas y los exámenes y pruebas de simulador al reingreso. Sin duda la promoción de la salud de los trabajadores de la aviación y la prevención, incluida la psicológica, pueden evitar tragedias con devastadoras consecuencias, como la del Airbus A320.

(La autora de este aqrtículo, Elena Batalla Prieto, miembro de Saluspot, es psicóloga clínica y del trabajo en EB Psicólogos.).