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José Quintela, un fraile en prisión

viernes, 06 de marzo de 2015
Nunca los muros de la prisión de Bonxe habían escuchado los rezos de un monje en sus celdas, hasta que ingresó en el centro penitenciario José Quintela, de 57 años, conocido como el “Fraile de O Cebreiro”, un tipo afable y simpático que atendía al peregrino y promocionaba la zona a través de las redes sociales colgando fotografías.

Doscientas y pico encontró la Guardia Civil cuando Quintela, voluntariamente, le entregó su teléfono. Alguien le había denunciado por abusos sexuales a un discapacitado y a una menor, hechos que investigaban los agentes cuando se encontraron, entre los testimonios gráficos de la nieve, las pallozas, los peregrinos y detalles del poblado medieval de O Cebreiro, otras fotos de contenido sexual.

A partir de ese momento de la investigación, José Quintela no pudo negar que mantuvo relaciones sexuales con una menor, de 17 años de edad y con cuya familia tenía cierta relación el fraile.

Los Franciscanos, orden a la que pertenece, se desmarcaron diciendo que José no decía misa, que no era cura, aunque reconocieron que sí había jurado voto de castidad.

Cuando entró en la prisión de Bonxe, el “Fraile de O Cebreiro” inició una huelga de hambre pero desistió de ella el viernes pasado, por la noche. Ahora, más tranquilo, comparte celda con uno de los reclusos de confianza del centro lucense.

Esta semana, Quintela se dirigió especialmente a la comunidad franciscana para pedirle perdón. También mostró su arrepentimiento y pidió que también le perdonasen aquellas personas a las que había causado daño.

Según su abogado, José Quintela se declara inocente del delito de abusos sexuales con el discapacitado psíquico del que se le acusa y no niega haber mantenido relaciones “consentidas” con la menor, a la que “nunca pagó, por lo que tampoco se le podría imputar un delito de inducción a la prostitución”.

La historia de abusos sexuales por miembros de la Iglesia Católica se repite y yo me pregunto por qué, de una vez por todas, no se acepta que el clero y los monjes son tan humanos como los humanos fieles, quienes precisan cumplimentar algunas necesidades. Si la Iglesia aceptase el matrimonio de sus ministros y clérigos seguramente disminuiría el número de asquerosos pederastas como los que están saliendo a la luz en todas partes del mundo.

La historia de José Quintela parece, en un principio, ser muy diferente de otros casos de abusos recientes pero en algunas de las fotos de su móvil aparece la menor con la que reconoció haber mantenido relaciones sexuales.

La Guardia Civil, sin embargo, mantiene abierta la investigación por un presunto delito de apropiación indebida y otro de inducción a la prostitución. En el atestado inicial se indica que la muchacha recibía entre 200 y 300 euros cada vez que mantenía relaciones con el fraile. Quintela negó este aspecto de su relación manifestando que “ese dinero era en concepto de ayuda a la familia de la muchacha”.

Esas cantidades, según la investigación, podrían haber salido de la recaudación de los cepillos de la Iglesia de Santa María, de los que no existía un control exacto.

Los próximos pasos han de darlos el discapacitado psíquico y la menor, que prestarán declaración en el juzgado de Becerreá en unos días. De sus palabras dependerá que José Quintela siga en prisión.

Mientras, vecinos de O Cebreiro no salen de su asombro por estos hechos, ya que consideran al fraile una excelente persona, volcado en ayudar a los demás y en dar vida a la tradición peregrina. Aunque otros mantienen que desde hacía ya varias semanas todo esto era más que un rumor y que la mitad de los niños dejaron de ir a la catequesis.

Es curioso pero en la página de Facebook de O Cebreiro solo se reciben apoyos. Los que están en contra del fraile por los posibles delitos cometidos no pueden subir sus comentarios.

José Quintela es natural de San Xoan de Río, un municipio de 800 habitantes situado entre Castro Caldelas y Trives, en la provincia de Ourense. Desde hace algún tiempo llevó a cabo diversas reparaciones en la casa familiar, por eso la investigación de la Guardia Civil también trata de determinar si esas obras fueron pagadas con el dinero que los fieles dejaron en los cepillos de la Iglesia de O Cebreiro.
Rodríguez, Xerardo
Rodríguez, Xerardo


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