Cuando se piensa en el mundo musulmán, desde España tenemos presente el norte de África, los países del Golfo y Pakistán, país en el que la contienda de Afganistán está aun viva. Pero en general, se ignora la fuerza que el Islam tiene en Asia y se pasa por alto a Indonesia, un enorme país con 250 millones de habitantes.
Recientemente, en un artículo de la mano de El País, se publicó un manifiesto que bajo el título ¡Demócratas musulmanes del mundo, uníos! sostenía que el modelo para enjuiciar a la religión musulmana y su impacto sobre la política debería situarse en Asia y, específicamente, en Indonesia y no en las monarquías medievales de Oriente Medio. Firmaron este manifiesto Ghaleb Bensheij, presidente de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz; Anuar Ibrahim, exvicepresicente de Malasia, jefe de la oposición y presidente del Foro Mundial de Demócratas Musulmanes; Félix Marquardt, fundador de la Abd al Rahman al Kawakibi Foundation y el movimiento Khlass the Silence!; y Tariq Ramadan, catedrático de Estudios Islámicos de la Universidad de Oxford. Sobre todo, este último pensador y politólogo, es muy seguido por la opinión pública internacional.
Por esta razón, la embajadora de Indonesia en Madrid Yuli Mumpuni Widarso va a protagonizar un acto en el Día Internacional de la Mujer que, por motivos de calendario, se celebrará en Alcalá de Henares el 11 de marzo en el IES Isidra de Guzmán. Ya este nombre es una verdadera bandera del feminismo y de la evolución de la mujer y su presencia en la sociedad española, si tenemos en cuenta que se trata de la primera mujer española en ostentar el título de doctor y la dignidad de académico de la lengua.
Sin duda, habrá otros muchos actos conmemorativos en esta efemérides del 8 de marzo en toda España, pero creo que el de la ciudad alcalaína será el más simbólico y el que ayudará a formar opinión. Recuerdo, al respecto, en mis años italianos, las marchas feministas con las mimosas que recorrían festivamente las calles de Roma y de otras muchas urbes italianas.
En un tema tan candente, donde en las Naciones Unidas existe la ONU Mujer y en la esfera católica hubo un Papa que proclamó en la plaza de San Pedro dío é donna (el antecesor del Papa Juan Pablo II), siempre tiene que haber un mediador, una especie de celestina. Pero en este caso no se trata de salvar honras o urdir matrimonios, sino de hacer que se encuentren la sociedad y los poderes públicos. Es decir, la famosa casta del amigo Iglesias y los ciudadanos con o sin internet, con o sin encuestas. En este caso, este papel de tercerías lo ejerce una intrépida y audaz organización, Paz y Cooperación, especializada en tramar maridajes.
Desde las Naciones Unidas, se define a la ciudadanía en acción como sociedad civil y este es el papel que desempeñan todos los grupos que ejercen una labor que podría denominarse sindical, de apoyo a todas las causas que hacen avanzar a este, a veces, aperreado mundo (perdón señores perros tan queridos en nuestros países occidentales).
Volviendo a Indonesia, hay que destacar que hay una presencia notable de la mujer y que se plasmó en la primera magistratura del país liderada por Megawati Sukarnoputri. Indonesia ha exportado al mundo el batik, ese bonito tejido que últimamente se ve tanto en las pasarelas. A la última embajadora en Madrid, se la conocía cariñosamente como Madame Batik. A esta brillante mujer la sucedió la actual embajadora, la cual ha ejercido cargos relevantes en la administración de su país.
En una región como Galicia, donde la presencia laboral de las mujeres ha sido abrumadora, desde las mariscadoras a las mujeres que trabajan la tierra (claro es que tampoco faltan las Rosalías de Castro), puede que no llame la atención esta presencia, pero en el caso de Indonesia estamos hablando de mujeres al mando, llevando el timón de la política.
La sensación de pujanza que se observa en Yacarta, con sus grandes edificios, su economía en ebullición y diabólico tráfico es de contraste con la Bali mítica soñada por los Hijos de las Flores. Bienvenido sea, por tanto, el mensaje de tolerancia, entendimiento y paz que Madame Batik II desgranará en su discurso en Alcalá de Henares.
