En Estados Unidos, en este país de contrastes y en esta ciudad de Nueva York, que reúne bajo la bandera americana a ciudadanos originarios de todo el mundo, no podía faltar un enfoque diferente para los sucesos sangrientos de Paris.
Sorprende la poca importancia que la administración y la sociedad civil han dado al incalificable atentado contra Charlie Hebdo. El Presidente Obama no viajó a Paris para participar en la gran marcha ni envió a su Secretario de Estado e incluso el equivalente al ministro del interior estuvo presente en la reunión de sus homólogos convocada por Francia pero no desfiló en la Plaza de la Bastilla.
En el gran evento deportivo, la final del campeonato universitario de fútbol americano entre Ohio y Oregon, no hubo minuto de silencio o referencia a este duelo mundial. Tampoco estuvo presente el Secretario General de Naciones Unidas Banki Moon.
La prensa y la TV si han dado gran relevancia, pero con un matiz diferente. Se subraya el asesinato de los cuatros judíos e incluso las medidas de protección a las sinagogas y se airean vistosas crónicas de Israel en duelo por las víctimas del Supermercado de alimentación kosher. Sobre el corazón del asunto las cararicaturas del Profeta se pasa de puntillas. Da la impresión de que a las múltiples religiones que tiene este país continental no les hace ninguna gracia el humorismo blasfemo, y tanto cristianos de muchos sabores como judíos de diversa intensidad no simpatizan con ver a Jesús o a Jehova ridiculizado, aunque ciertamente condenen la violencia terrorista y los sucesos trágicos de Francia.
Está claro que Obama, por su parte, no quiere intervenir en una guerra religiosa en un país donde la inmensa mayoría invoca a Dios con distintos nombres. Aqui no hay lugar para cruzadas y Obama, que esta poniendo el punto final a Afghanistan e Irak, no desea que sus aliados europeos le empujen a rearmarse y asumir un papel de gendarme universal.
La buena coyuntura económica, con descenso del paro y la correspondiente creación de empleo, puede dulcificar el conocido calvario del final del segundo mandato de los presidentes USA.
Otro tema importante es la superación de la dependencia energética gracias al fracking que constituye un hecho verdaderamente revolucionario, que empuja los precios del petróleo a la baja ya que el fracking no es rentable por debajo de los sesenta dolares.
Un asunto que preocupa es el cibervandalismo que ataca los logros de Silicon Valley y pone a la CIA y al Pentágono en situaciones muy embarazosas y hace peligrar la seguridad nacional.
En resumen, se tiende a minimizar el alcance mundial de la crisis francesa y europea. Se siguen con interés las peripecias de los fanáticos de la yihad pero Estados Unidos, a diferencia de Europa, juega en otra liga, la del Pacífico, en donde se disputa la primacía económica mundial con los siete dragones.
En otro orden de cosas, más frívolas, se resalta el torso desnudo del Ronaldo del Balón de Oro, el nuevo Rodolfo Valentino y el selphie de Francesco Totti que conecta con el lado extravagante de esta era digital y en la gran política electoral se perfila un duelo entre Bush III y Clinton II.
No sólo en Corea del Norte hay dinastias, tambien las hay en la más poderosa democracia del mundo,la que gobierna por el pueblo y para el pueblo.
