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¡Blanco Amor vive!

martes, 11 de noviembre de 2014
“Aquí yace Blanco Amor
cualquier poeta enterrado fue mejor”

Ramón Suárez Picallo


Hemos trazado una línea que viene desde Auria -es decir Ourense, la tierra del oro, o la “comarca de los sueños dorados”, como la llamó su hijo predilecto, Eduardo Blanco Amor- y que termina en la localidad de Quellón (“extremo de la mar”), al sur de la Isla Grande de Chiloé, en la Nueva Galicia. Al marcar el trazo, más real que imaginario, acercando a sus límites otros lugares recobrados por la memoria, como: Buenos Aires, Santiago de Chile y Valparaíso, sentimos palpitar el pulso inequívoco del autor de “Chile a la Vista”, su voz grave y cálida; a veces sus “alalás” cantados en condumios fraternales del fin del mundo, en tierras nunca extrañas para su espíritu inquieto de insaciable aventurero en los mares procelosos de la cultura, entendida para él como natural prolongación de los anhelos galleguistas, cuyo cerne no es otro que la defensa irrenunciable de la cultura y de la lengua.
El año recién pasado dimos remate a la recuperación de todas las crónicas que Blanco Amor escribiera en Chile, para el periódico “La Hora”, entre los años 1948 y 1950, integrándolas, con estudio introductorio y breve historia de ese diario señero en Chile; tal fue el tabloide de los radicales durante dos décadas: espacio para escritores e intelectuales como nunca habíamos tenido, como tampoco tendríamos después... Por algo el lema del Presidente Pedro Aguirre Cerda fue “gobernar es educar”... Allí escribieron nuestros paisanos Ramón Suárez Picallo, Manuel Celso Garrido y el propio Blanco Amor... Bien, este trabajo de rescate cultural y memorioso culminará en edición magna a cargo del Consello da Cultura Galega, posiblemente a mediados del 2003, gracias a la diligencia y al entusiasmo, entre otros, de Xosé López y Marta Pérez, con quienes he tenido el agrado de intercambiar informaciones y materiales en torno a EBA.
A lo dicho, se suma ahora la próxima visita a Chile del historiador, periodista y profesor, oriundo de Lugo, Xosé María García Palmeiro, quien concurrirá a nuestro finisterre para ofrecer una serie de conferencias magistrales sobre la vida y la obra de Eduardo Blanco Amor, encuentros que tendrán lugar en Santiago, Valparaíso y Chiloé, en una apretada semana que iniciaremos el 25 de noviembre próximo venidero. Existe gran expectación entre nuestros alumnos del Programa de Estudios Gallegos, entre miembros de Lar Gallego de Chile y amigos de la colectividad que conocen parte de la obra de EBA, especialmente “Chile a la Vista” y “La Catedral y el Niño”, libros que circularon profusamente por librerías australes en la década de los cincuenta (libros que tenía mi padre, en su biblioteca, con la autografía de su paisano y amigo).
En agosto de 1998, con ocasión de inaugurar los cursos de Lengua y Cultura Gallegas en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, el amigo y poeta Luis G. Tosar, nos habló de Blanco Amor, mostrándonos la notable biografía de Gonzalo Allegue, “Diante dun xuíz ausente”, que tanto nos ha servido para trabajos posteriores de investigación. Recorrimos juntos, en compañía del escritor chileno, gallego adoptivo, Hernán Ortega Parada, las principales librerías de viejo de Santiago del Nuevo Extremo, en busca de esas antiguas ediciones de “Chile a la Vista”. Encontramos las tres, de Editorial del Pacífico, 1951-1953 y 1955; y Tosar se las llevó como un tesoro, como auténtico achádego entre mouros, a Compostela...

Entre las voces que escucho -paciente lector- creo percibir las de EBA y Suárez Picallo, en uno de los últimos diálogos que mantuvieran en nuestra Plaza de Armas, allá por 1950:

¿Volveremos a Veloi?
Sen dúbida...
A comer espigas de millo, coidar bois...
E ver nas augas, con ollos xa fatigados, os corpos apolíneos dos rapaces nadadores...

Eduardo Blanco Amor revive bajo los cielos australes de Chile. Recorreremos con él, en la voz de Xosé María Palmeiro, aquellas ciudades y rincones que amó, con asombro y regocijo, incorporándolos quizá a ese álbum memorioso que hoy llamaríamos, simplemente, Auria.
Moure Rojas, Edmundo
Moure Rojas, Edmundo


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